Las 13 obras que reúne la exposición “Caligrafía interior”, de la artista costarricense Gioconda Rojas, son memorias gráficas de intensas experiencias vividas durante los últimos 20 años.
Personas, lugares, vivencias palabras y pensamientos que se fueron acumulando durante todo ese tiempo y que marcaron su existencia, saltaron de la memoria al lienzo en esta muestra, que se exhibe en la galería de la Rectoría de la Universidad de Costa Rica (UCR).
La exposición retrata tres episodios fundamentales en la vida de la artista, que ocurrieron entre 1990 y 2010: su trabajo como restauradora y curadora en el Teatro Nacional, sus viajes por Europa y Estados Unidos para promover su obra y su experiencia como esposa y madre de dos hijos.
De sus días en el Teatro Nacional, las obras de Rojas recuperan la técnica del estuco, muy utilizada en restauración y que la artista aprovecha para realizar el protagonismo del espacio vacío en muchas de sus obras. “La razón por la que muchos de los cuadros tienen un fondo blanco es porque me inquieta la tensión de los elementos en el vacío pues permite al espectador reflejarse a sí mismo”, explicó Rojas.
Piezas como Paisaje con ombligo, Agur y Pallafrugell colocan el blanco como principal elemento del cuadro, al igual que Lo que se canta en Costa Rica.
Esta última obra es un instalación pictórica que asemeja un gran libro con algunas frases estereotipadas sobre lo que les podría suceder a las artistas que deciden casarse y ser madres.
Obras como Aguas vivas e Implosión plasman recuerdos de sus andanzas por países como Suiza y Estados Unidos.