Murió el escritor argentino Ernesto Sábato BAS02. BUENOS AIRES (ARGENTINA) 30/04/2011.- Fotografía tomada hoy, sábado 30 de abril de 2011, de un cartel colocado por admiradores del escritor argentino Ernesto Sábato frente a su casa en el barrio Santos Lugares, en Buenos Aires, Argentina, tras conocerse que Sábato falleció hoy a la edad de 99 años.EFE/ Cézaro De Luca (Cézaro de Luca)
Entre lágrimas, silencio, suspiros, palmas y lamentos: Sábato murió un sábado.
¿Ironía o poesía? El escritor argentino Ernesto Sábato –reconocido por su desencanto con la humanidad y su pluma irreverente para denunciar las atrocidades contra los derechos humanos – falleció en la madrugada.
Una afectación en los bronquios le arrebató el aire y la vida a escasos días de que se convirtiera en un centenario. El 24 de junio estaba previsto el festejo en el pueblo Santos Lugares, donde vivió por 66 años.
Su país y Latinoamérica lloran el deceso de quien fue Premio Cervantes de Literatura (1984) y uno de los grandes autores argentinos del siglo XX. “Sé que muchos de ustedes comparten la tristeza que sentimos en la familia. Mi padre no nos pertenecía solo a nosotros”, dijo su hijo, el cineasta Mario Sábato. Por ejemplo, en 1977 Italia lo homenajeó con el premio Medici, y un año después España le otorgó la Gran Cruz al Mérito Civil. En 1979, Francia lo distinguió como Comandante de la Legión de Honor.
“Ernesto tuvo una vida fructífera y participativa en los problemas sociales y humanitarios. Aportó mucho a su país y a la humanidad con su responsabilidad social, cultural y política”, dijo el Premio Nobel de la Paz 1980 Adolfo Pérez Esquivel.
No es para menos, en su informe
El argentino también inspiró a muchas generaciones de literatos. “Él es uno de los autores de los que uno se engancha. De joven leí sus ensayos y él me ayudó a enamorarme más de la literatura seria y de contenido. Estoy convencido de que tuvo ese mismo efecto en muchos otros”, dijo a
Luego se decantó por la literatura. Ese mismo año escribió el ensayo
“Él no tenía apuro por publicar y figurar. Su compromiso era con la palabra. Por eso, entre cada novela u obra se tomó el tiempo necesario: hasta 10 años”, dijo Chaves.
Sábato fue el penúltimo de 11 hijos y sus biógrafos creen que parte de su atormentada personalidad deviene de haber sido bautizado como su hermano inmediatamente mayor, muerto poco tiempo antes. “Se dice que en vida fue hosco, antipático, infiel y vanidoso; (...) que se peleó con Dios y que se reconcilió en el año 90 para casarse por la Iglesia con –su ya esposa– Matilde Kusminsky, y que después se volvió a pelear”, dijo la periodista Margarita García, en la revista
“Al leer sus memorias, uno puede ver los nutrientes que lo llevaron a tener esa visión tan dramática y pesimista de la vida, y entiende por qué anduvo en la búsqueda de un sistema político que fuera justo, uno que nunca encontró. Sí, América Latina perdió con él uno de los grandes”, concluyó Amalia Chaverri, filóloga costarricense.