En la exhibición Espacios FID del Festival Internacional de Diseño, las mejores marcas se parecen a sus dueños.
La propuesta de Casa del Cuño invita a llegarse al FID, aunque sea sin entrada. Espacios FID reúne en un mismo lugar a pymes de joyería, moda, artículos para el hogar y papelería.
Si piensa asistir este sábado (de 1 p. m. a 5 p. m.) debe tomar en cuenta que los precios varían, pero la mayoría de productos se pueden adquirir por menos de ¢50.000.
Llevar efectivo es necesario, no todos los puestos reciben tarjeta. Asimismo, es práctico recorrer Casa del Cuño sin prisa y, ojalá, con un abanico en la mano porque la ausencia de aire acondicionado es dolorosa (sobre todo cuando se llena).
Quienes tomen fotografías de la mercancía de varios de los puestos tienen la posibilidad de subir sus imágenes en Facebook o Instagram e identificarlas con la etiqueta #likeforprice. Dependiendo de las condiciones de los puestos, con más de 50 likes un comprador se puede llevar un artículo gratis o un descuento sustancioso.
Para decidir qué comprar, es importante saber que los vendedores diferencian sus productos por la calidad de detalle del proceso de producción.
La joyera Jina González lanzó especialmente para el FID su colección de anillos y collares inspirados por la frase “El 80% de oxígeno proviene del mar”.
“Es una colección de conciencia ecológica desde los materiales que compro. Eliminé el plástico del proceso y el material publicitario. El diseño está inspirado en la molécula de oxígeno”, explicó.
La joyería es una de las artes con propuestas más interesantes para esta ocasión. Hay joyería con precios muy asequibles y más costosa, según la complejidad de su diseño. Marcas como Muriseco, y Para el alma venden piezas más casuales (collares geométricos en el caso de la primera; accesorios con abalorios semipreciosos en el de la segunda).
Por otro lado, diseñadoras como Jina González, Ximena Esquivel y Jimena Bolaños ofrecen joyas con procesos artesanales y muy detallados que, por su naturaleza, deben hacerse a mano.
En ese último material trabajan marcas como Adelfa, Pez Cocinado y DDomingo , con propuestas de artículos para la cocina y el hogar.
“Todas las piezas son hechas a mano. Cada pieza es única por la ilustración y porque son encontradas. Mi idea es darle una segunda vida a un objeto que fue desechado”, explicó la ilustradora chilena Macarena Sharpe, dueña de Adelfa .
El puesto de Adelfa ofrece juegos de tazas con platos y macetas de cerámica ilustradas con animales. Sharpe destaca que, además, recibe pedidos personalizados para sus dibujos.
Poner el diseño al servicio de los gustos de los clientes es otra de las estrategias de las pymes nacionales. Además, es muy útil: los clientes tienen la certeza de que el diseño que adquieren fue creado por sus gustos y es, por lo mismo, un objeto irremplazable.
Mönek , por ejemplo, es una marca de bolsos con cuatro meses de operación. Aunque manejan una primera colección de bolsos circulares con estampados estandarizados, invitan a sus clientes a que soliciten bolsillos adicionales u otros detalles.
Si bien los Espacios FID son la primera oportunidad para exhibir en grande su colección, su presencia en redes sociales les permite recibir, sin necesidad de una tienda física, pedidos de clientes, situación que comparten con la mayoría de puestos.
La moda se ve especialmente favorecida por esa atención en redes. Marcas como Carmenta –ropa para mujeres profesionales– y Pommelo Beachwear –vestimenta casual para usar en la playa– enseñan sus procesos de producción en sus páginas de Facebook y cuelgan imágenes de sus colecciones.
En el FID tienen una muestra representativa de lo que ya están vendiendo en sus tiendas propias o con distribuidores.
Para las marcas nuevas, Espacios FID es una plataforma de contacto; para las marcas consolidadas un desafío: hay que seguir conquistando al público con diseño auténtico y de calidad.