En los collages de Alejandro Calderón exhibidos en el Museo Nacional, titulados Antropomorfa , los vestigios de las culturas prehispánicas locales se entremezclan con una sensibilidad única de hoy. Mayinca , una exposición que estará hasta el 24 de enero, reúne a más de 50 artistas cuya obra traslapa así épocas, tendencias e ideas.
A partir de una esfera precolombina partida a la mitad y surcada por petroglifos, Mayinca. Tiestos de una cultura dispersa obras por el museo con tal variedad de técnicas y temas que exige detenimiento.
“Cuando vinieron los españoles, en el proceso colonizador, fracturaron toda nuestra cultura originaria. Quedaron un montón de pedazos y, por mucho tiempo, no se sabía qué hacer con ellos; todo dependía de la visión eurocentrista”, explica Luis Fernando Quirós, quien organiza la muestra, curada por Rolando Castellón.
En esta tercera exposición del proyecto se incluyen obras de artistas como Otto Apuy, Héctor Burke, Pamela Hernández, Grace Herrera y otros, con escultura, instalación, arte sonoro, artes decorativas y pintura, entre otras.
Algunas obras estimulan reflexiones de tensión política; otras, buscan en las sombras de lo poco que sabemos de aquellas culturas. En cada una, nos habla la posibilidad de reconocimiento. La entrada vale ¢1.500 para nacionales, de martes a sábado; el domingo, es gratis. Tel. 2257-1433.
‘Los “tiesto de una cultura” en la visión del curador Castellón son un maremagno de trozos que requieren una recomposición flexible y como dije tolerante, para poder descubrir el sentido de las grandes verdades y dejar de ser sumisos a las tácticas hegemónicas de siempre, las cuales disfrazan esos discursos restándoles importancia al tratar de esclarecer hacia dónde vamos’, escribe Luis Fernando Quirós en el texto que acompaña la exposición.
‘Por otro lado el lenguaje de la (des)fragmentación en el arte actual es un motivo que nos seduce en una especie de reingeniería al volver a componer a partir de la poética de los tiempos actuales, con un arte quizás más agudo, más áspero, más seco y que hiere al clavar el aguijón que nos deja impávidos, sin saber qué decir o cómo actuar al develarse las incógnitas del presente’, agrega Quirós.