Durante cuatro meses, el Ministerio de Cultura y Juventud afirmó que la inversión en el Festival Internacional de las Artes (FIA 2017) sería de ¢600 millones. Antes y durante el FIA, el ministerio retuvo información sobre el desglose de ese monto, más ¢300 millones de patrocinios con entidades, públicas y privadas.
El 26 de julio, tras una serie de solicitudes de La Nación , el Centro de Producción Artística y Cultural (CPAC) –ente productor del FIA y otras actividades del ministerio– envió, en el oficio MCJ-CPAC-DG 948-2017, información sobre la ejecución del presupuesto.
La cifra era el doble de la anunciada en comunicados, conferencias y entrevistas, incluso a dos días del inicio del FIA. El CPAC atribuye la discrepancia a que no se habían incluido “gastos operativos” de producción del FIA en esas comunicaciones –que no decían que era un presupuesto parcial, sino que lo consginaba con inversión “total”– y reitera que se trabajó con el presupuesto aprobado por Asamblea Legislativa.
“El presupuesto ascendió a la suma de ¢1.243.603.482. A esta cifra debe sumarse lo dicho por concepto de patrocinios, ¢236.804.067. Por lo tanto, el costo del FIA 17 fue de ¢1.480.407.549”, confirmó el documento, firmado por la directora del CPAC, Ada Acuña. Un desglose adjunto consignó como ¢588,78 millones un rubro por “Otros servicios”.
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Acuña accedió reunirse con dos periodistas de Viva para aclarar esa información. En la conversación estuvieron tres funcionarios de comunicación del ministerio, la productora del CPAC, Marianella Protti; y la jefa de Despacho del ministerio, Jaudy Salas.
Un nuevo desglose entregado ese día describe el rubro de “Otros servicios” como el pago de servicios externos (¢200 millones); pago del curador Octavio Arbeláez (¢5 millones); pagos de servicios de comunicación (¢64 millones); pagos de artistas nacionales (¢44 millones) y pagos de artistas internacionales (¢274,6 millones).
Dos días antes de comenzar el FIA, el viceministro Max Valverde consignó el presupuesto del festival durante una conferencia en Casa Presidencial como de ¢900 millones, incluyendo patrocinios. ¿Estaban los jerarcas del ministerio , la ministra Sylvie Durán y el viceministro Valverde, al tanto de que no se estaban contemplando los gastos operativos mencionados en la circular?
Acuña: El 27 de junio, el objetivo de la conferencia era hablar de la clausura e inauguración del festival. Hicimos hincapié en que el objetivo era informar a la comunidad de todo lo que tenía que ver con la logística y seguridad de los eventos masivos. Por lo tanto, con eso fuimos muy detallados y estrictos para cumplir con la información que llevábamos.
A partir de ahí, la información (de presupuesto), en el momento que se plantea, no es exacta. Evidentemente, no estaba al tanto del detalle de todo lo que, en proceso de un proyecto tan complejo como el FIA, teníamos. Hay una serie de elementos que sí son tomados en cuenta de un presupuesto, pero que no necesariamente son detallados y claros, solamente en el momento de su ejecución. Eso quiere decir que yo puedo tener una proyección en la parte de planificación pero que, en la ejecución, son costos variables.
En ninguna comunicación previa se consignó que el monto de ¢900 millones era una proyección ni un presupuesto parcial.
Acuña: En el comunicado del 4 de mayo se habla de que ronda los ¢600 millones y proyectado los ¢900 millones. Nunca confirmamos que ese era el único presupuesto [ El comunicado dice textualmente: “El aporte del Estado para el festival ronda los ¢600 millones, a lo que debe sumarse ¢300 millones pactado en los convenios mencionados. Para un total de ¢900 millones” ]. Es importante aclarar que esos son los costos más certeros que tenemos. ¿Cuáles son los costos más certeros en una producción tan compleja como esta? Los costos técnicos y de servicios. Los costos de servicios pasan por cuánto son la inversión en la parte artística y la parte técnica.
¿Por qué se duplicó en los “gastos operativos" la cifra de ¢600 millones? La cifra de inversión del Ministerio de Cultura incrementó a ¢1.243 millones, según la circular. Hay ¢643 millones de diferencia.
Cuando tuvimos la primera reunión con La Nación [en marzo del 2017, a solo tres meses de la inauguración del FIA], este (los ¢600 millones) era el monto que hablamos. Por insistencia suya, querían un número exacto. En ese momento, yo le decía que lo importante no era no tener el monto exacto. Nosotros tenemos un presupuesto general del CPAC (...) Cuando me solicitan una información concreta de cuánto va a costar un festival, yo, eventualmente, podría decirle “puede ser que cueste tanto”.
Lo que no puede hacer uno en la administración pública es presupuestar un monto y del todo no gastarlo, porque lo penalizan a uno, o pasarme de ese monto. Lo que nosotros tuvimos aprobados al 2017, es un monto de ¢1.543 millones y nosotros estamos dentro de ese presupuesto.
¿Se usó presupuesto de otros programas para producir el FIA?
No.
Del total de ¢1.543 millones, quedarían ¢300 millones para ejecutar el resto de programas. ¿Cuánto se ha invertido en el resto de la programación?
Son ¢300 millones del total. No necesariamente está todo en servicios. Insisto, en los diferentes objetos del gasto, eventualmente, podemos tener algo en alquileres, seguros.
¿Cuál es el presupuesto total que tiene el CPAC para ejecutar sus programas, independientemente de sus subpartidas?
Son ¢1,543 millones. Eso fue lo que aprobó la Asamblea Legislativa (...) El FIA es el programa más complejo que tiene no solamente el Ministerio de Cultura sino esta oficina. Al ser un evento internacional, los costos que llamamos variables, eventualmente (...) Hay costos en las aduanas que son muy relativos. Hasta que el grupo inicia su viaje sabemos cuántas son las cargas porque dependen de cómo los reciben las aerolíneas, nosotros tenemos ese gasto.
¿Qué hay en los “gastos operativos” que usted menciona?
Por ejemplo, todas las cargas extra porque hay dos tipos de aduana. Los tiquetes aéreos que fluctúan muchísimo. No es lo mismo comprarlos tres meses antes que 22 días antes (...). Hay otro rubro que tiene que ver con la alimentación [Actividades protocolarias y sociales, por un total de ¢10,96 millones].
Hicimos una sola contratación en la que teníamos que prever y proyectar cuántos posibles gastos podíamos tener: todos los talleres tuvieron un refrigerio, la inauguración tuvo un refrigerio. Para la clausura no hicimos absolutamente nada porque no nos daba el presupuesto y ya habíamos hecho la contratación para eso”.
Es normal que al anunciar el presupuesto, dos días antes de que comience el festival, ¿no se contemplen gastos de producción tan esenciales como los refrigerios?
Ese es su parecer. La Contraloría General de la República nos solicitó trabajar en una forma de procesos y estamos con el Instituto Centroamericano de Administración Pública que nos está colaborando al CPAC para que nuestros procesos sean debidamente organizados y controlados (...) Yo lo que tengo es un presupuesto de gobierno y conforme lo voy ejecutando, así puedo ir controlando el proyecto (...) Puedo hablar de cifras concretas porque ya cerré procesos y cerré el proyecto. Estamos en la etapa de evaluación y, de acuerdo a los controles de la Contraloría, ya ellos tienen absolutamente todo el detalle. Tenemos que ir controlando por etapas. En una etapa de ejecución, pasan muchas cosas.
A dos días del FIA, insisten en que la inversión del Ministerio de Cultura es de ¢600 millones. Después del festival la cifra aumenta en ¢643 millones. Eso es una variación de más del doble.
No fue una información correcta. El día 27 de junio, no di esa información ni ese detalle. Considero que íbamos con otro objetivo de información y no de hablar de presupuesto en esa conferencia en Casa Presidencial. Estamos claros que estamos ejecutando el presupuesto tal y como lo planteamos y estaba proyectado.
¿El viceministro Valverde no tenía esa información del CPAC?
El viceministro está claro en todos los procesos que hace el Ministerio de Cultura. Quiero que quede en claro eso. Lo que siempre hemos manejado nosotros son los rubros que nosotros conocemos más en detalle, más en control. Tiene que ver con el presupuesto para ejecutar a nivel artístico y a nivel técnico. Esos dos rubros hacen la suma de ¢600 millones. Todo lo demás tiene que ver con gastos que son operativos y del diseño de producción. Esos gastos tienen que ver mucho con las variables que acabo de explicar. A nivel de gestión y apoyo está claro que tiene cada programa, excepto el FIA.
¿No le preocupa haber dado información errada del presupuesto en Casa Presidencial?
Me preocuparían dos cosas: haber dejado en deudas al FIA y haberme pasado del presupuesto. Esas son las dos preocupaciones que, en la administración pública, son preocupantes (...). Todos los procesos administrativos los lleva y coordina el viceministro Valverde. Él está total y absolutamente informado de todos los procesos. Íbamos con un objetivo muy claro de informar de la inauguración y la clausura. Evidentemente, el detalle de esa información no estaba al pendiente.
¿Cómo funcionó la reestructuración de los procesos del CPAC?
Marianella Protti, productora: Se dividió en dos partes la reestructuración. Por primera vez en la historia del FIA, entran funcionarios nuevos. Yo estuve cerca de 15 años sola, como funcionaria. Todos los demás eran contratados (...). La adquisición de plazas permite que el CPAC albergue varias producciones y se les de seguimiento. La otra parte es que el CPAC entra dentro del Ministerio. El FIA antes estaba en una proveeduría y funcionaba solo. Ahora entra toda una institución a la estructura (...). Las contrataciones de la tercerización [con la empresa SPA S. A.] son fundamentales. No puede existir un FIA sin contrataciones porque estamos hablando de entre 60 y 100 personas. Es un organigrama que funciona bien: hay varios funcionarios que coordinan y los demás son profesionales contratados.
¿Se alcanzaron expectativas de asistencia en espectáculos?
Protti: En todos los espectáculos hubo asistencia, aún cuando llovió. Hubo una sola función que se tuvo que cancelar, el día de la tormenta eléctrica. La Antigua Aduana sobrepasó las expectativas. Llegó un momento que era tanta gente que tuvimos que abrir más actividades en más horarios. En el Parque Nacional, la gente estaba ahí con la feria de artesanías. Los conciertos estaban bastante llenos y a gusto, la gente no se asfixiaba. Llenaron nuestras expectativas. La venta de boletos estuvo excelente, los teatros estuvieron llenos.
¿Qué estrategias aplicaron para traer nuevos públicos a los teatros de sala?
Acuña: Tuvimos el interés de que el área infantil tuviera públicos que, si no es a través del festival, no hubieran podido venir. Tuvimos ocho oficinas del Patronato Nacional de la Infancia participando. Hubo una gestión entre instituciones que permitió trabajar con hogares de ancianos, hogares de niños y niños en abandono.
Protti: El diseño favoreció que la gente fuera al teatro. Estaban todo el día en el festival, tenían su tiquete asegurado y no tenían que hacer fila para comprar entradas. Antes estaba sectorizado en eventos masivos y los teatros estaban solos en San José.
¿Cómo evalúa (Acuña) su desempeño como directora del FIA?
Acuña: Yo lo que tengo que hacer es ejecutar los procesos y procedimientos. Al día de hoy, hemos cumplido con las recomendaciones de la Contraloría.Yo entré a una oficina que era un salón. En estos momentos hubo una reestructuración interna y hay oficinas. Tenemos tres oficinas: una de producción, una de gestión administrativa y está toda la parte del CPAC, que distribuye los diferentes proyectos que tenemos que ejecutar. Hice una lectura de qué es el CPAC y cómo debe funcionar para hacer el trabajo. Entendí las necesidades de espacio, infraestructura y una orientación a la oficina en términos de eventos. He venido dando orientación a una oficina que tiene procesos muy complejos y poco personal.