El Autorretrato de Enrique Echandi Montero (1866-1959) es una obra fundacional en la historia del arte costarricense. Este es uno de los autorretratos conocidos de mayor antigüedad en nuestro país y establece un precedente acerca de una forma particular de asumir la creación artística: como una profesión digna de ser registrada para la posteridad a través de un retrato.
Esta visión acerca del arte y la voluntad de autoafirmación inherente al género del autorretrato se patentizan en algunos aspectos formales de esta obra. Entre ellos, es significativo que sea una pintura al óleo, técnica que tradicionalmente se reservaba para la realización de las “obras importantes”. Además, la pieza mide 66,2 cm de altura por 50 cm de ancho, un tamaño considerable.
Aunque la pintura no está fechada, se cree que pudo haber sido realizada cerca del año 1891, momento en el que Enrique Echandi regresó al país tras haber concluido su formación artística en el extranjero. Todos estos detalles dan cuenta de su determinación temprana de afirmarse como pintor.
Igual de importante es el modo como se presenta a sí mismo. Con la rigurosidad propia de la academia, se representa con sombrero, pinceles y paleta en mano. Este instrumental es indispensable para pintar al aire libre, práctica que –cabe destacar– no era frecuente en la Costa Rica de finales del siglo XIX. Consecuentemente, en esta obra subyace una especie de declaración de principios en la que el artista se define a partir de sus afinidades estéticas y dignifica su quehacer.
Enrique Echandi fue uno de los primeros artistas costarricenses que se dedicaron profesionalmente al oficio de la pintura. Estudió en Leipzig y en Múnich entre 1888 y 1890. Volvió a Costa Rica en 1891. Trabajó como docente y cultivó una importante carrera artística como retratista.
Junto a los encargos de carácter oficial, su trabajo comprende una gran cantidad de dibujos acerca de la cotidianidad del campesinado, vistas urbanas y rurales.
Su obra fue objeto de varios reconocimientos; entre ellos, la Medalla de Bronce de la Exposición Centroamericana (Guatemala, 1897), la Mención de Honor en la Pan American Exposition (1901), y la Medalla de Plata y el Pergamino de la Exposición Centroamericana (Guatemala, 1903).
Además, Enrique Echandi recibió el Primer y el Segundo premios de la Fiesta del Arte (San José, 1905), y el Diploma y la Medalla de Plata en la Exposición Nacional de 1917, ente otros reconocimientos concedidos.
Esta obra forma parte de la colección de artes visuales del Banco Central de Costa Rica. Puede ser apreciada en el espacio La obra del mes de los Museos del Banco Central hasta el lunes 8 de junio, todos los días, en horario de 9:15 a. m. a 5 p. m.
El costo de la entrada es de ¢ 2.000 para nacionales, y de ¢ 5.500 para extranjeros. Los miércoles, la entrada es gratuita para nacionales y residentes con cédula. Los niños menores de 12 años, los estudiantes con uniforme (o carnet ) y los ciudadanos de oro no pagan. Para información adicional puede llamarse al teléfono 2243 4221.
La autora es curadora de Artes Visuales de los Museos del Banco Central de Costa Rica.