15/03/2011. Barva de Hereda. en sus propias palabras: "me llamo Bombillo, me conocen como Luis fernando vargas,pero si pregunta por minombre nadie le da razn." "Bombillo" es el artesano de mscaradas por excelencia en barva de Heredia, desde pequeo observ y emul la tecnica de la creacin de mscaras. el vive de est actividad y de realizar mscaradas en eventos diversos. en la fotografa: "Bombillo", Luis fernando Vargas./ Pablo Montiel (Pablo Montiel)
Sustituir maderas o tejidos por otros de menor calidad, usar tintes sintéticos en lugar de naturales y cambiar sus técnicas para producir en serie: esos son los ajustes que hacen día a día los artesanos nacionales para adaptarse al mercado y sobrevivir.
Un sondeo que hizo
En Sarchí, Valverde Vega –Alajuela–, han dejado de utilizar algunas maderas finas como el cocobolo, como una medida de protección del medio ambiente. Además, reconocen que las piezas han perdido “detalles”.
En algunos de los múltiples negocios de esa comunidad hoy se venden carretas en miniatura, pero sin todos los detalles que hacen de ella un objeto típico como los diseños complejos y los múltiples colores. Otro aspecto: se venden en dólares, de $1 en adelante.
La situación de los borucas tampoco es diferente. El alto costo de los materiales es un obstáculo para vender a buen precio, señaló Ángela González, una artesana de esa etnia.
González todavía confecciona telas de algodón usando un telar de cintura.
Pero ese no es el caso de todos los borucas. Muchos han optado por dejar de tejer en algodón y pasar a trabajar con otros productos más baratos como el pabilo, advirtió Jennifer González, promotora cultural de la zona sur.
“A mí me gusta hacerlo así, con algodón, para conservar lo original de mis antepasados”, recalcó la artesana, quien ha consagrado casi toda su vida a tejer.
Los indígenas huetares de Quitirrisí , Mora –San José–, sí usan fibras y tintes naturales para hacer sus canastos. No obstante, se alarman de que cada vez menos de ellos saben cómo usarlos.
La artesana Lorena Hernández comentó: “Todo lo realizamos a mano y aún se conservan las mismas técnicas, pero se va perdiendo porque los más pequeños del pueblo ya no quieren hacerlo”.
Lo mismo sucede con otros artesanos de Talamanca, quienes aún producen flechas y arcos con fines decorativos. “Cada uno tienen su producto estelar. Estos han pasado de ser un artefacto de utilidad a ser una artesanía”, reiteró la promotora González.
Los primeros deben reinventarse para confeccionar máscaras de figuras de televisión y los escultores cada vez tienen menos madera para trabajar y esta es ‘cara’.
Los talabateros, por su lado, se están quedando sin demanda puesto que cada vez hay menos sabaneros que requieren albardas, declaró José Morales, de Liberia.
La arcilla, materia prima de los alfareros de Santa Ana –San José– y zonas indígenas, es escasa.
Chan recordó que muchas personas viven solo de la artesanía y se enfrentan a la incomprensión. “Se confunde la artesanía con el suvenir, con la manualidad y la pequeña industria. La artesanía debe ser manual y la persona debe participar en todo el proceso”, explicó.