San José (Redacción). La Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid (ARCO) abrió hoy su trigésima edición dispuesta a dejar atrás la crisis económica.
"Ha habido tal nivel de contención de gasto que la gente ahora quiere comprar cosas que antes no había comprado, por eso creo que ARCO puede ser un paréntesis en esta época tan austera que hemos tenido todos", afirmó el director de la feria, Carlos Urroz, con optimismo compartido por los galeristas participantes en este encuentro anual de arte contemporáneo.
Frente a la cantidad de producción anterior, "la crisis ha contribuido a dar algo de perspectiva" en el mercado del arte, consideró Alejandra von Hartz, cuya galería con sede en Miami es una de las 197 que se han dado cita en el recinto ferial de Ifema de Madrid.
El número de expositores reunidos en ARCO 2011 es inferior al de años anteriores; sin embargo, en esta edición destacan como novedades dos exposiciones curadas: una dedicada a artistas emergentes europeos y otra centrada en la obra de creadores latinoamericanos consolidados.
Los organizadores de la feria –que este año tiene a Rusia como país invitado– son conscientes, a pesar de su optimismo, de que la situación económica todavía no está para demasiadas alegrías, por lo que han buscado nuevos sistemas para incentivar la compra de arte.
Así, los visitantes que acudan a ARCO podrán hacer uso de servicios como “First Collector”, que ofrece asesoría a quienes se quieran iniciar en el mundo del coleccionismo, y de la ampliación del rango de precios, que van desde los $600 hasta los $1.4 milllones.
Además, ARCO se renueva con la presencia en redes sociales y la creación de aplicaciones oficiales para teléfonos inteligentes, que permiten al público planificar su visita y compartir en línea sus impresiones.
La feria se extiende hasta el 20 de febrero.