La primera visita de Jacques Rival a Costa Rica tiene un ingrediente especial. A pesar de ser un reconocido arquitecto con participaciones destacadas en eventos como el Festival de las Luces de Lyon, hasta este viernes Rival tendrá su debut en una Noche en blanco .
El francés mostrará una instalación que llenará de esferas la Alianza Francesa y que permanecerá en exhibición hasta fin de año.
¿Cómo surgió la posibilidad de venir a Costa Rica?
Desde hace unos meses comencé la conversación con la Alianza Francesa. Me invitaron para La noche en blanco . Yo trabajo mucho a gran escala y con instalaciones que presenten iluminación, así que siempre me ha interesado el impacto del arte en el espacio público y urbano y La noche en blanco es la oportunidad perfecta para mostrar mi trabajo en el país.
Tengo entendido que en esta oportunidad propone una instalación inspirada en el proyecto I Love Clouds .
Sí. Yo hice una instalación similar con unas esferas en Francia. La idea es trabajar con grandes dimensiones para cambiar el aspecto de la fachada de la Alianza Francesa. Darle una nueva imagen con esas esferas convertirá a la fachada en algo muy llamativo y que sorprenderá a quienes caminen de noche.
Uno de los aspectos más interesantes es que esta instalación urbana comprende las dimensiones de arquitectura y estética: uso conceptos arquitectónicos que permiten, de manera visual, que los colores de las esferas irrumpan los tonos grises que suelen tener las ciudades. Se provoca un contraste un poco loco. La idea es cambiar las banderas que tiene la Alianza por globos. Las esferas son más adecuadas para nuestra época y eso produce una nueva imagen entre algo serio, oficial y moderno.
Cuando trabaja en instalaciones en espacios abiertos, ¿planifica según el espectáculo (como en este caso La noche en blanco ) o según el espacio físico?
En mi formación particular de arquitecto me enseñaron a proponer según el espacio físico. Primero, uno debe ver la dinámica y la interacción que el lugar tiene con las personas para provocar una buena intervención. A pesar de ello, he trabajado con curadores que solicitan instalaciones especiales, aunque prefiero tener la libertad de pensar primero en el lugar.
”También me ha sucedido que algunas personas les gusta mucho alguna propuesta que he realizado y me solicitan repetirla en otro lugar. En esta ocasión, me gustó jugar con la altura de las banderas y vincular la perspectiva de los globos con la ciudad”.
¿Cuáles son los principales enemigos al trabajar en este tipo de espacios abiertos?
El primer enemigo es el clima, sobre todo el viento. El clima provoca que uno siempre tenga una relación de humildad con la instalación porque uno sabe que nunca se manejan todos los factores. En parte esa es la belleza de este trabajo: hay que adaptarse porque siempre hay tomas de decisión riesgosas que pueden provocar que la instalación se convierta en algo realmente hermoso.
¿Cómo descubrió que este tipo de trabajos pueden “convertirse en algo realmente hermoso”?
Yo llegué a interesarme en las instalaciones desde la niñez. Yo era un niño que experimentó fuertemente muchos sentimientos. En Lyon, existe una fiesta de luces que es prácticamente una reproducción de los sentimientos básicos de la niñez. Solo hay que dejar sorprenderse. Me gusta retornar a esos sentimientos de frescura y sencillas que a veces olvidamos por culpa de lo pesada que resulta la vida.
”La idea es recrear esas emociones, sorprender a las personas y que retornen esos sentimientos para que se sientan como niños de nuevo. En esta oportunidad, he visto que la fachada de la Alianza Francesa es bastante seria, bonita y con matices grises. Quiero refrescar su imagen con esas esferas sin dejar el aspecto serio y la estructura formal que amerita una institución educativa”.
¿Cómo ha sido su experiencia con La noche en blanco ?
Como interventor, este es mi debut en una Noche en blanco . Hice algunos proyectos en París que no vieron luz por cuestiones de presupuesto, he trabajado en festivales de luces, pero hasta ahora mostraré mis ideas en este tipo de eventos. Este trabajo lo empezamos en febrero, pero es difícil intercambiar opiniones a distancia porque uno no sabe lo que se puede hacer aquí. Hemos realizado algunas modificaciones a la propuesta y estoy sorprendido, en el buen sentido, del trabajo que hemos realizado para este evento.
” La noche en blanco me llama mucho la atención porque es el cruce de varias disciplinas. Esta es una instalación arquitectónica mezclada con producción de eventos. Es una creación cultural que se aborda multidisciplinariamente”.
¿Cuáles retos se pueden tomar en este tipo de instalaciones urbanas?
A veces no hay muchos medios y con tres pedazos de masking tape hay que arreglar y montar el proyecto. En ese caso, el reto es mantener la poesía de la instalación y no caer en grados comerciales de promoción empresarial. Tampoco podemos olvidar que ahora tenemos tecnologías que permiten imaginar muchos proyectos con drones y proyecciones. Nuevamente, el reto es que no solo se vea la tecnología en el proyecto, sino velar por la conservación de la poesía y las aspiraciones que provocan las instalaciones en la ciudad.