En el distrito de Esquipulas de Palmares los vecinos defienden con las uñas la fe por el Cristo Negro de Esquipulas y su tradición centenaria que se celebra cada 15 de enero.
Paradójicamente, pocos saben que en Palmares se festeja en enero una fiesta alejada del tope, el carnaval y los conciertos masivos que se realizan en el centro del cantón.
Se trata de la fiesta de Esquipulas, tradición que se ha ido perdiendo con los años.
La parroquia de esta comunidad es pequeña, pero encierra muchos años de historia y de fe. “Antes esto era una fiesta muy bonita, traían la bruja, hacían loterías, se vendía comida y tamalitos en el turno; pero apenas llegó la Asociación (Cívica Palmareña) con esas fiestas, eso se perdió”, explicó Luis Mora, mayordomo de la iglesia.
Los vecinos de Esquipulas aseguran que las fiestas cívicas se apoderaron de la fecha de celebración al Cristo, quitándole protagonismo a los festejos patronales.
“Aunque siguen viniendo peregrinos y personas a visitar al Negrito de Esquipulas; lamentablemente, ya no es como antes, porque ahora la gente piensa en licor, pachanga y se ha ido olvidando de lo que realmente importa”, dijo Mora.
Para este 2015, la comunidad piensa organizar un pequeño turno en honor al Cristo Negro y así recaudar fondos para restaurar algunas partes de la iglesia. Además, realizan una novena todos los días y harán procesión con la imagen el jueves.