Los menores de edad que invirtieron entre ¢23.500 y ¢30.000 para disfrutar de la música y la explosión de colores en el festival Holi One, que se realizó el sábado, se quedarán con las manos vacías, pues la producción de la actividad no les reintegrará el costo de los boletos.
Aunque los productores anunciaron que el festival era solo para mayores de 18 años, muchos jóvenes adquirieron entradas.
Los adolescentes que pretendían ingresar al centro de eventos Pedregal fueron retenidos en la entrada, donde el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), la Fuerza Pública y el Instituto Costarricense sobre Drogas realizaban un operativo de control.
Marcela Trejos, madre de una estudiante del colegio Blue Valley, criticó que su hija llegó con uniforme de colegio a la tienda Ruta Urbana de Multiplaza Escazú y le vendieron el boleto sin especificarle que no podría ingresar al evento.
“Desde un principio publicamos que el evento era parta mayores de edad en Facebook y lo dijimos en todas las entrevistas que hemos tenido. Lastimosamente, no podemos hacer el reembolso de ese dinero”, dijo Gloriana Carballo, miembro de la producción del festival.
“Nosotros nos encargamos de hacer toda la comunicación. Puede ser que hubiera un error de los dependientes de caja, o bien que hayan llegado con una cédula que no perteneciera a ellos”, agregó.
Carballo asegura que durante el lunes no recibieron ninguna solicitud de reintegro de dinero mediante la cuenta de Facebook ni el correo electrónico de la producción.
Sin embargo, otra madre de una alumna del Blue Valley, quien prefirió que no se mencionara su nombre por temor a burlas hacia su hija, asegura que desde el mismo sábado mandó un correo para pedir el dinero de vuelta.
“Están lucrando a través de vender entradas a gente que saben que no las iban a poder utilizar. La entrada está intacta y me parece que lo lógico es que devuelvan el dinero”, afirmó.
Además, Trejos criticó que en el tiquete no había ninguna especificación en la que se indicara que el ingreso era solo para mayores de edad.
Carballo, de la producción, justificó que no podían colocar demasiado texto en los boletos, por lo que se limitaron a especificar la hora y el lugar del evento.
Al respecto, Cinthya Zapata, directora de la Unidad de Apoyo al Consumidor, explicó que en este tipo de actividades las condiciones deben estar muy claras.
“Si el tiquete no es para público en general y tiene alguna limitación, tiene que estar informada de manera suficiente. Lo ideal sería en los tiquetes, pero no es la única manera. También puede ser a través de la publicidad, pero de modo tal que no quede duda si existe alguna limitación para entrar”, dijo.
Además, Zapata recalcó que lo que existía era una restricción de ingreso, pero no de compra, por lo cual no estaban en la obligación de pedir cédulas a quienes llegaron para adquirir los boletos.
“Cualquier persona puede ir a comprarles el tiquete. Vender el tiquete a menores no es prohibido per se, lo prohibido es ingresar al evento, aun si sus puntos no pidieron la cédula. El punto es la manera en cómo se informó”, agregó.
No obstante, los afectados que consideren que no hubo una adecuada divulgación de las condiciones, pueden interponer una denuncia en la Defensoría del Consumidor, incluso si son personas menores de edad.