Cuenta Michael, un gringo pura vida residente permanente de un yate anclado en el lago Arenal, que todos los fines de semana él ve a cientos de ticos estacionar sus carros a la orilla de las aguas, comerse su merienda de paseo, pasar allí el día entero y devolverse para sus casas sin más qué hacer.
“Parece –dijo en su inglés gutural– que no saben a dónde ir, como si este fuera el único lugar para disfrutar La Fortuna”.
Tiene razón el gringo. En el fondo, muchos de esos turistas nacionales prefieren hacer esos viajes de “ida y vuelta” que Michel ve todos los fines de semana.
Tal vez piensen que La Fortuna es un sitio demasiado caro como para atreverse a pasar allí una o más noches con su familia. La buena noticia es que eso no es cierto.
“Hay cabinas y hotelitos para casi todos los presupuestos y gustos”, asegura Roselia Sánchez, de la Comisión Integral de Turismo de Arenal.
Los mochileros que viajan solos o con sus amigos bien pueden encontrar habitaciones hasta por $5 la noche.
Quienes visiten la zona en un plan más familiar encontrarán, de seguro, una variedad enorme de posibilidades para descansar durante las noches que se queden en la zona, después de pasar un día lleno de aventuras a los pies del volcán.
La oferta es amplia. Por ejemplo, hay opciones de $40 (¢21.000) la noche, en una habitación para cinco personas, con impuestos y desayuno típico incluidos.
En el centro de La Fortuna, también puede encontrar cabinas totalmente equipadas, con capacidad para una familia de cinco personas, por precios que van de los ¢20.000 a los ¢40.000 la noche.
Aquí, en
Las familias costarricenses no pueden perder la oportunidad de disfrutar uno de los parajes sancarleños más hermosos, por creer que unos días de descanso en la zona están pegados del cielo.
“Los turistas costarricenses pueden ayudar a otras familias ticas a seguir siendo el mejor modelo de desarrollo del país”, dijo Manuel Hidalgo, presidente de la Asociación de Desarrollo Integral de La Fortuna.
El 90% de los empresarios de La Fortuna son originarios de la zona. El 5% son costarricenses de otras partes del país y solo 5% son extranjeros, contó Hidalgo.
“Imagine toda la ayuda que puede traer el turista nacional a estas tierras. Aquí vivimos 21.000 personas, y nos visitan, cada mes, unos 35.000 turistas”, agregó Hidalgo.
Esa gama de entretenimiento y diversión obliga a quienes visitan La Fortuna, a ir más allá de sentarse a ver las coladas del activo Arenal.
Con un poco de organización, usted bien puede planear todo un paquete de aventura para los días que quieran estar en esa comunidad.
Imagine experimentar junto a sus hijos un viaje entre las copas de los árboles en
Puede que el corazón se le quiera salir del pecho ante la emoción de bajar por un risco, pero una vez con los pies bien puestos sobre la tierra, cuando mire hacia arriba y vea lo que fue capaz de hacer, ese corazón se le querrá salir, pero del orgullo por la proeza realizada.
Actividades típicas como el
Esos montos incluyen el transporte, un refrigerio con fruta, refresco y barritas energéticas, el guía y el equipo de seguridad.
Además de flotar entre los árboles, por ese precio también podrá imitar al legendario Tarzán, lanzándose de una cuerda al vacío.
Si le gusta una actividad un poco más tranquila, como caminar entre el bosque hasta llegar a la laguna formada por una catarata, lo puede hacer por tan solo $5,6 por adulto (unos ¢3.000), $2,8 por estudiante (¢1.500) y gratis para los pequeños menores de ocho años de edad.
Tampoco puede perderse las cabalgatas en animales preciosos y mansos, y los paseos en kayak o en yate por el lago Arenal.
Como dicen por ahí, a La Fortuna no se viene a descansar. La gama tan grande de aventuras lo impide. Allí no hay que quedarse sentado.
Esta es una zona para botar el estrés del trabajo y el estudio junto a la familia, sin tirar la casa por la ventana. Solo en la noche podrá descansar de tanta aventura, en algún hotelito que lo atienda a usted y a su familia con ese calorcito rico de hogar.