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El 16 de noviembre, el príncipe Guillermo y Kate Middleton posaron para la prensa en el Palacio St. James, de Londres. EFEEncuentro.
Londres. EFE El 29 de abril, el príncipe Guillermo celebrará su boda con Kate Middleton en la Abadía de Westminster para y posiblemente tendrá sentimientos encontrados, porque en ese mismo lugar se ofició el funeral en memoria de Lady Di, su madre.
El anuncio de la fecha y lugar de la boda del príncipe Guillermo de Inglaterra y su prometida Kate Middleton, se realizó ayer mediante los portavoces de la familia real.
Jamie Lowther-Pinkerton, secretario privado del príncipe Guillermo, explicó ayer que la pareja eligió la Abadía de Westminster, -donde se casaron la reina Isabel II y el duque de Edimburgo en 1947, por su extraordinaria belleza y su intimidad, a pesar de su gran tamaño.
“Es un emplazamiento vinculado históricamente a la familia real, porque ha sido durante mucho años la iglesia real”, agregó Lowther-Pinkerton, al dar detalles de la celebración religiosa.
Los costos de la boda, que incluyen la misa, el banquete, la música, las flores, la decoración y la luna de miel, correrán a cargo de la familia real y de la familia Middleton; mientras que los gastos de seguridad saldrán de los impuestos.
Por su parte, Downing Street, residencia oficial del primer ministro británico, David Cameron, anunció que el día de la boda –un viernes– será festivo en Inglaterra y Gales, mientras que el gobierno escocés tendrá que decidir si hace lo mismo.
Apuestas. La boda no solo es motivo de alegría en Inglaterra, también de apuestas.
En la actualidad se aceptan apuestas de temas relacionados con la boda, como si la pareja tendrá descendencia antes de su primer aniversario de boda o si Middleton utilizará la palabra “obedecer” en sus votos.
Otros de los puntos sobre los que se puede apostar es sobre si la agrupación Take That tocará en la fiesta real, posterior a la ceremonia, o si la luna de miel será en Kenia, país en el que Guillermo propuso matrimonio a su novia.
Sin embargo, no todo es fiesta en torno a la celebración de la boda, esto porque ayer fue destituido el obispo Peter Broadbent, de la Iglesia Anglicana, por sus comentarios profundamente ofensivos acerca del futuro matrimonio del príncipe Guillermo y Kate Middleton, al que auguró no más de siete años.
“Los Windsor y sus antecesores no tienen un buen historial de permanecer en matrimonios”, aseguró Broadbent, anteriormente.
