La Oreja de Van Gogh tenía 10 años de no venir a Costa Rica y por eso, la noche del lunes, en el reencuentro con su público costarricense, la banda española lo entregó todo.
Los ticos los acogieron como se debía. No hubo quien se quedará sentado en las butacas del Teatro México Salazar; todos cantaban, gritaban, aplaudían y brincaban con los éxitos de Primera fila, última producción del grupo.
¿Y es que cómo no inyectarse de la misma energía de la cantante Leire Martínez, quien daba vueltas por todo el escenario al ritmo de la batería, las guitarras y el teclado? Imposible.
Eso sí, la noche también tuvo su parte romántica con la canción más pedida por los asistentes: Jueves, que hace un homenaje a todas las víctimas de los atentados en la estación de trenes en Madrid en el 2004.
El espectáculo fue impresionante desde las luces hasta el repertorio, que tocaron en más de dos horas y media. Fue un reencuentro soñado, un recuerdo que no se borrará de la mente de toda su fanaticada. ¡Gracias, Oreja de Van Gogh!