Frases llenas de nostalgia y párrafos de anécdotas colmaron un muro interactivo donde muchos hablaron de sus inicios en el mundo de los videojuegos.
Por más de 15 días, los usuarios de nacion.com desplegaron sus recuerdos, hablaron de la consola que los marcó y de sus juegos de video predilectos.
Quienes opinaron, exploraron el pasado para traer al presente las mejores memorias de la afición de sus amores.
Uno de ellos fue Edwin Retana, quien debutó en 1986 con un Atari 2600. Hoy, él disfruta de su tiempo libre jugando en un Play Station 4.
“La consola que más marcó mi vida fue el Sega Genesis. Estaba en la escuela y me tomó mucho tiempo ahorrar para poder comprármela; mi papá tuvo que viajar a Estados Unidos y la mandé a traer con él. La esperé como nunca”, escribió Retana, un amante de los juegos de video de aventura.
A criterio suyo, ninguna consola es mejor que la otra. “Al fin y al cabo todos estamos para jugar y no para creernos mejor que los otros. Larga vida a los juegos de video”, opinó.
David Zúñiga también encontró la afición a los videojuegos con un Atari 2600.
“El jefe de mi papá se la prestó y la usamos durante varios días. Ese mismo año, la empresa decidió darle a todos los hijos de los empleados justo esa consola. Mi hermano y yo muy ilusionados, porque al fin tendríamos una consola propia, pero con tan mala suerte que la nuestra venía dañada y sin posibilidades de arreglarla. Hasta hace unos años, los restos del Atari estaban en una caja en la casa de nuestra madre”, compartió Zúñiga.
Las siguientes consolas con las que jugó David Zúñiga fueron una Commodore 6400 (propiedad de un excompañero de la escuela), luego el Nintendo “chino” y actualmente un Play Station 2.
“Ahora solo juego, cuando tengo tiempo, Age of Mythology: The Titans , en la PC”, dijo.
El eterno jugador. Alex Rojas fue otro que recordó sus inicios de gamer. A los cinco años entró en contacto por primera vez con una consola.
“Mi tío tenía un Atari 2600 Darth Vader, y de esta forma comenzó una pasión sin final jugando Frog y pasando por demás juegos excepcionales”, escribió Rojas.
Contó que en la Navidad de 1991 su padre le regaló una Nes, consola a la que ambos se aficionaron.
“Pude disfrutar tantos juegos al lado de mi papá. Él era mi player 2 , siempre mi compañero de videojuegos. Podíamos pasar horas de horas jugando Mario, Mappy, Adventure Island o Ninja Gaiden ”, agregó.
VEA EL ESPECIAL: La vida es juego
Hoy, Alex Rojas extraña compartir sus ratos de ocio junto a su padre, quien falleció. Por esa razón, la consola Nes tiene un espacio especial en su memoria.
“Son tantas las anécdotas frente a la pantalla, frente al televisor de blanco y negro; tantas como el hecho de que la última vez que compartí con mi padre en vida fue un partido de FIFA; luego se despidió, me dio un beso y al otro día murió. Siempre será mi player 2 y la persona que me apoyó y compartió conmigo en esta aventura”, dijo.
Francisco Montero centró su comentario en exponer por qué, a sus 42 años, es un fiel seguidor de los videojuegos.
“A veces me topo con conocidos que no veía desde hace años, y una de las cosas que me preguntan es: ‘Mae, y qué... sigue en eso de los juegos de video’”.
”Al responderles que sí, me miran con una mezcla de asombro y reprobación. Juego desde que tenía ocho años y a mis 42 creo que no es que uno debe dejar de jugar al envejecer, sino que uno envejece cuando deja de jugar”, compartió Montero.
Este asiduo fanático destacó que los videojuegos le enseñaron que la imaginación es, a veces, la mejor terapia; también le ayudó a ser persistente y que, en ocasiones, el camino hacia las metas es mejor que las metas mismas.
“Sé que cuando las canas peinen mi cabeza, estaré con un control en la mano hasta que mi cuerpo lo permita... Es que aún hay mucho, mucho qué jugar”, dijo.
Entre las pocas mujeres que opinaron está Rosa Leitón. Ella es aficionada a los videojuegos por computadora.
“Muchas personas piensan que la relación mujer-videojuego suele pasar en el ámbito personaje-juego, y que las mujeres usuarias de estos son escasas y raras. Existen muchos conceptos erróneos respecto a las mujeres gamers . No es que el área de los videojuegos esté monopolizada por los varones, sino que las mujeres suelen ser más reservadas y anónimas.
”Cuando descubrí que mi juego favorito, Gabriel Knight, fue creado por una mujer (Jane Jensen) se convirtió en algo todavía más especial para mí, más significativo”, comentó
En cada impresión de los usuarios quedó reflejada la euforia y sentimiento que embarga a un verdadero gamer.
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