Londres. AP. El ex-Beatle, Paul McCartney y la heredera estadounidense Nancy Shevell, se casaron ayer, en una alcaldía del centro de Londres, en una boda civil de 45 minutos, que cerró con una lluvia de confeti sobre los recién casados.
La leyenda musical viviente levantó el brazo de su esposa en señal de triunfo, mientras ambos gesticularon para lanzar besos a las centenares de personas y los paparazis que los esperaban fuera del ayuntamiento de Old Marylebone.
Shevell, quien llevaba una flor blanca en su cabello negro y largo, usó un vestido sobrio y elegante, que le llegaba arriba de las rodillas, y que fue diseñado por Stella, la hija de McCartney, quien es diseñadora de alta costura.
El ex-Beatle vistió un traje azul, y corbata azul claro. Se dejó ver con una enorme y constante sonrisa.
La pareja de enamorados, radiante y relajada, partió de la alcaldía en un carro de lujo hacia la cercana casa de McCartney, en el elegante vecindario de St. Johns Wood, para una recepción de gala con familiares y amigos.
Entre los invitados estaba Ringo Starr, quien vestía una camiseta informal negra debajo de su traje ajustado. Lo acompañó su esposa, la actriz Barbara Bach.
La boda resultó como un deja vu para McCartney, quien se casó en el mismo lugar con su primera esposa, Linda Eastman, en 1969, cuando rompió los corazones de las adolescentes de gran parte del mundo.