Con 25 kilos menos en su cuerpo y una transformación radical en su forma de vestir y peinarse, Kelly, la pequeña del clan de los Osbourne, se convirtió en los últimos meses en una de las celebridades más reconocidas del mundo farandulero.
Por ser hija del famoso roquero Ozzy, se acostumbró a que la siguieran los fotógrafos y camarógrafos; no obstante, quien se hace llamar cantante, actriz y diseñadora, capta la atención de propios y extraños por su profunda metamorfosis.
El fenómeno llegó al punto de que, a finales del año anterior, se convirtió en la portada de la revista
“Lloré cuando vi la foto. Todos los que estaban allí, todos nos echamos a llorar. Fue una experiencia emocionante”, dijo la famosa, tras revelar que la talla 14 era algo del pasado y que ahora está en la muy ansiada talla 6.
Además, dos acontecimientos posteriores marcaron un antes y un después en su carrera: el primero ocurrió en marzo, cuando Madonna la eligió como la nueva cara publicitaria para su línea de ropa
“Kelly representa a una verdadera
Así, la joven que hasta hace pocos años aún se creía adolescente, se forjó un espacio entre los grandes, donde siempre quiso estar y por el que sufrió enormemente.
Por lo tanto, Kelly Osbourne se convirtió en gurú de la moda.
“No estar lo suficientemente delgada no me ayudó en modo alguno a decir no a las drogas”, le relató al periódico
“Sufrí más por ser gorda que por drogarme. Ser famosa te puede hacer vivir una existencia horrible, porque no eres lo que tú quieres ser, sino lo que los demás quieren que seas. Por eso, muchas actrices terminan sufriendo desórdenes alimentarios”, aseguró.
Su adicción trascendió a los medios, así como su internamiento, en junio del 2005, en una clínica de desintoxicación en California.
El concurso en la pantalla chica la motivó a perder peso, pues la actividad física para subir al escenario todas las semanas le permitió dejar en el olvido 10 kilos.
Los esfuerzos de dieta, junto con el ejercicio, generaron sus primeros resultados: el 12 de febrero del año pasado, Kelly Osbourne se paseó por la pasarela en un desfile de moda, organizado en Nueva York para ayudar a los afectados del terremoto en Haití.
Ella comenzó a adueñarse de los titulares de la prensa rosa por su metamorfosis. Atrás quedó la imagen de adolescente rebelde, malcriada y desordenada, que vestía al mejor estilo
El sobrepeso siempre la traumatizó y, por eso, constantemente la prensa cuestionaba sus inesperadas pérdidas y ganancias de kilos.
Poco a poco, su figura mucho más esbelta y comedida en vestuario y maquillaje se dejaba ver en actividades en las que se codeaba con los grandes, tal como lo hacía antes, pero más destacable y aprobada por la crítica.
Caminó por la alfombra roja de los premios
Según el consultor de imagen, Jairo Aguilera, Kelly es un producto que evolucionó con el tiempo y que necesitó perder peso para sentirse más segura.
“Ella se vende como una mujer totalmente de ciudad, pero con un cliché de mujer, entre gótica y urbana, sin perder lo clásico. Es supercamaleónica”, manifestó el experto.
Aguilera recalcó que la artista lanzó su imagen inicial hacia la línea de la cantante
Para Annalisa Rocco, estilista profesional, Kelly acertó en su apuesta de peinados, al pasar de cortes y colores extraños, a estilos más elegantes y femeninos.
“La veo superlinda, el color del pelo le va muy bien con su piel. La moda cambia y la rebeldía de su vida ya pasó”, aseguró.
Rocco enfatizó en que la metamorfosis de la joven no obedeció exclusivamente a un problema de peso, pues de poco le habría servido sin realizar los ajustes que efectuó en su vestimenta, peinado e, incluso, maquillaje.
“Todavía no podemos comprender ni dimensionar todo lo que hay detrás de ella. Para hacer un cambio así, se requiere de un enorme equipo de asesores”, aseveró.
Amanda Moncada, especialista en moda, resaltó que antes la chica Osbourne era muy criticada “porque aunque se vistiera de
“Luego del concurso de baile, Kelly se encontró a sí misma. Su actitud ante la vida y su imagen cambiaron y se atrevió. Antes no tenía la figura y, por eso vestía así, aunque siempre fue bonita”, explicó.
Moncada llamó la atención sobre cómo la nueva Kelly, conforme adelgazó, apostó por utilizar la ropa de diseñadores, con piezas pegadas al cuerpo, como muestra de que alcanzó una talla “muy delgada”.
La experta dijo: “Ella nos transmite el mensaje de que está mucho más contenta. Ver las fotografías del antes y el después la muestran como una persona distinta”.
Además, en el romance también hay novedades. La prensa publicó el jueves pasado una fotografía en la que ella aparece tomada de la mano con Anton Lombardi, fotógrafo y artista visual neoyorquino al que señalan como su nuevo novio.
“Kelly está saliendo con él y divirtiéndose”, dijo una fuente cercana a la artista al periódico
“Los amigos de Kelly están muy contentos por ella. Él es un tipo muy bueno y talentoso”, agregó.