Milán (AP). Un radiante Plácido Domingo lanzó besos a la cariñosa multitud luego de la interpretación heroica de Simon Boccanegra de Verdi, hoy por la noche, en la primera actuación del tenor español desde que fue operado de cáncer hace 45 días.
Su 131er papel fue algo especial.
“Fue una noche grandiosa”, dijo Domingo detrás del escenario, después de saludar a una enorme cantidad de amigos que se agolparon para felicitarlo. Es muy emotivo. Me alegró estar frente al público.
El aplauso del público se extendió durante 14 minutos, aunque hubo algunos abucheos para el director Daniel Barenboim, quien recibió un abrazo afectuoso en el escenario, de parte de Domingo, su amigo de años, mientras el elenco seguía siendo llamado a escena después de que mucha de la audiencia había salido de la sala de conciertos.
Esa muestra de desaprobación no opacó el triunfo de Domingo, quien calificó de efusivo al público de La Scala, famoso por ser exigente.
“La Scala es siempre La Scala. Hay una audiencia fantástica que siente enorme pasión. Se escuchó una audiencia generalmente entusiasta”, señaló Domingo. Hubo dos o tres que tuvieron recuerdos de hace 30 años y lo mostraron con abucheos.
El tenor de 69 años, quien fue operado del colon hace apenas seis semanas, admitió que postergó una colonoscopía de rutina durante años, pensando que lo haría después de la actuación en La Scala; pero el dolor fue demasiado grave después de una serie de conciertos en Japón en febrero.
Los médicos extirparon el tejido canceroso el 2 de marzo en Nueva York, y Domingo se declaró afortunado porque lo hallaron a tiempo.
“El mayor triunfo de mi vida es sobre la enfermedad”, dijo Domingo días atrás, al reconocer su temor de que su carrera hubiese terminado.
El papel de Simon Boccanegra es para barítono, pero Domingo dijo que sigue siendo un tenor.
“He cantado durante muchos años, tengo experiencia y represento a Simón tal como lo siento. No pretendo ser un barítono. Pretendo cantar y crear personajes dentro de mi capacidad vocal”, dijo.
La producción, bajo la batuta de Barenboim y con dirección escénica de Federico Tiezzi, se estrenó en octubre en la Opera Estatal de Berlin. Fue adaptada para el escenario de La Scala, más grande que el berlinés, con una escenografía más austera.
El debut en Berlín fue un gran triunfo, en particular para Domingo.
“Pero Verdi en La Scala es Verdi en La Scala, y la alegría de regresar a Milán es doble debido a las circunstancias”, dijo el tenor antes de su interpretación.
Domingo cantará en seis representaciones de Simon Boccanegra en La Scala, antes de llevarla a la Opera Real en Londres en junio y el Teatro Real de Madrid en julio.
En septiembre, hará el papel del poeta chileno Pablo Neruda en el estreno mundial de Il postino en Los Angeles, y en diciembre actuará en Viena.