Taxistas especiales (otrora porteadores) se manifestaron ayer en contra del manejo de sus permisos de trabajo por parte de las empresas que los administran.
Con tiendas de campaña y ollas de arroz con pollo, los manifestantes solicitaron quitarle sus permisos de taxi a empresarios y entregarlos a personas físicas.
Ellos buscan apoyo para el proyecto de ley 18.772, iniciativa que le permitiría al Consejo de Transporte Público (CTP) otorgar 5.000 permisos de taxi regular a los antiguos porteadores.
Tras la eliminación del porteo de personas en el Código de Comercio, cientos de conductores que trabajaban bajo este sistema aplicaron por un permiso de trabajo como taxistas especiales.
Sin embargo, ahora reclaman que estos permisos son manejados por compañías que administran cientos de ellos y hacen cobros abusivos a los conductores.
“Estos son taxis disfrazados. Lo que nosotros pedimos es que nos den las mismas condiciones de trabajo”, solicitó José Guillermo Martínez, presidente de la Asociación Transpriva Torito.
Los transportistas aseguran que las empresas cobran hasta ¢21.000 por semana solo por el permiso, mientras que cada conductor debe darle mantenimiento a su vehículo y pagar el seguro requerido por ley. Sostienen que, de no pagar, la empresa les quita el permiso.
“No queremos que sea uno el que se engorde porque nosotros somos los que trabajamos todo el día en la calle”, dijo Luis Cordero, porteador de Belén.