El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) acepta que es difícil la aplicación del artículo 94 de la ley de tránsito, que exige el uso de sillas especiales para niños menores de 12 años.
Esta norma fija una multa de ¢198.000 al conductor que lleve menores sin usar el dispositivo, además de que le rebaja cuatro puntos de la licencia. A principios de semana, el Ministerio publicó el reglamento que especifica el tipo de silla que se debe usar.
La medida excluye de su aplicación a autobuses y taxis, pero no a microbuses que trasladan estudiantes, y los propietarios afrontan el problema de que multan a sus conductores.
Silvia Bolaños, viceministra de Transportes, aseguró que ese es el punto el que presenta problemas.
Según la jerarca, estos microbuses y buses que trasladan alumnos hacia sus centros educativos debían estar excluidos por la ley pues son considerados como de transporte público.
“Desde el punto de vista de la seguridad vial y el interés del menor, hay que garantizar que viaje con un dispositivo. Pero la ley tiene un problema de aplicación lógica”, reconoció la funcionaria.
Bolaños anunció que la próxima semana consultará a la Procuraduría General de la República (PGR) para aclarar la situación que afrontan los dueños de microbuses con esta legislación.
Minor Castro, representante de Transportes Privados Caritas Felices, que agrupa a más de 100 dueños de microbuses para estudiantes, se mostró preocupado.
Castro aseguró que buscan los argumentos que les permitan “hacer ver a las autoridades que se está cometiendo un atropello a una parte de los transportistas”.
“No veo la diferencia entre un bus de transporte público y uno de estudiantes. A los dos les podría pasar un accidente, con la diferencia de que los microbuses tienen cinturón en todos sus asientos y los buses de transporte regular no lo tienen”, comentó Castro.
El transportista agregó que, estructuralmente, a los microbuses no se les puede colocar cinturones de tres puntos para sujetar el tipo de silla que exige el Ministerio.
Germán Marín, director de la Policía de Tránsito, explicó que, aunque existen algunos aspectos de “lógica” que hacen imposible colocar sillas en microbuses, los operativos de tránsito seguirán.
“Yo entiendo las preocupaciones del sector de los microbuses, pero las sillas reducen la fatalidad en accidentes”, dijo Marín.