Un grupo de 150 a 200 chanceros se encuentra, desde las 8 a. m., en las afueras de las oficinas centrales de la Junta de Protección Social (JPS), en San José, pidiendo a la Junta bajar los precios de la lotería. Los comerciantes amenazan con no vender en toda la semana si la institución no atiende sus peticiones.
Randall Rojas, presidente del Sindicato de Vendedores de Lotería , dijo que, aparte de bajar los precios de la lotería, solicitan que la Junta eche marcha atrás el decreto ejecutivo el cual le autoriza a jugar las series de la lotería no vendida o solo colocada por partes.
"La gente se decepciona de que los premios queden en la Junta y ellos no se lo lleven. Por eso es que no compran, porque el premio no quedan entre los jugadores. Si eso no fuera así, el jugador compraría más lotería porque sabe que alguien se lo va a llevar", mencionó Rojas.
Por su parte, María Brenes, chancera de Escazú, dijo que se quedarán el tiempo que sea necesario por toda esa gente que no puede jugar por los precios.
"La gente no nos compra lotería porque dice que está muy cara. La ventas han bajado mucho. Muchos vendedores no sacarán lotería esta semana como medida de protesta", dijo Brenes.
Manuel Morales, vendedor de Plaza Víquez, añadió que ayer, en el sorteo del Día de la Madre, en donde el pedacito costaba ¢1.500 y el entero ¢15.000, la gente no quería comprar.
"La gente está cansada y el dinero no les da para comprar muchos pedacitos. Igual puede ser que el premio quede en la Junta, no hay garantía de que vayan a ganar", expresó.
Los vendedores también piden la renuncia en pleno de la actual Junta Directiva de la JPS y de todos los gerentes de área. Piden que las nuevas loterías electrónicas sean comercializadas por vendedores de lotería y con una comisión por ventas del 12%, como mínimo. Y, exigen eliminar el sorteo de números bajos y volver al sorteo extraordinario, un fin de mes cada dos meses.
Se intentó localizar al gerente de la JPS, Milton Vargas, pero no respondió las llamadas hechas a su celular.
Colaboró Gesline Anrango.