Una nueva fuga en la tubería de Acueductos y Alcantarillados (AyA) postergó al menos por un día los arreglos en Pinares de Curridabat, San José.
La ruptura de un tubo madre en esa comunidad, la madrugada del miércoles, provocó cuantiosos daños en una vivienda y menores en otras cinco.
Además, unas 5.000 personas quedaron sin agua y el paso de vehículos fue cerrado en la vía en el tramo que va de la gasolinera La Galera hasta Walmart.
Aunque se tenía previsto completar los trabajos en la madrugada de este jueves, a las 3 a. m. las cuadrillas descubrieron otra ruptura.
Eduardo Lezama, gerente de AyA, explicó que al abrir la válvula para restablecer el suministro de agua, la presión causó otro rompimiento del tubo. Este problema se presentó frente a las instalaciones de Aldesa Valores.
“La reparación sí funcionó; lo que pasó es que, al abrir la llave, la presión del agua hizo que se produjera una nueva ruptura en el mismo tubo, seguramente por fatiga del material”, dijo el funcionario.
De inmediato, hubo que cerrar nuevamente la válvula y comenzar a evaluar los nuevos arreglos por efectuar. Ayer se analizaba si debía repararse o cambiarse la tubería.
Igual que el miércoles, los vecinos de la zona quedaron sin agua, con la promesa de que anoche volvería el suministro del líquido.
Ayer también quedaron pendientes los resultados de la evaluación de las pérdidas sufridas por los vecinos, especialmente por una familia de apellido Soto.
Esta tuvo daños en la casa, los muebles y la decoración, además de dos vehículos de colección, uno de lujo y un camión.