La Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) aprobaría un cobro en el servicio de agua de ¢4,6 por metro cúbico de líquido, monto que serviría para preservar afluentes.
El dinero generado se destinará para protección de cuencas y zonas de recarga acuífera.
Un nuevo modelo tarifario para este 2016 ya fue sometido a consulta pública a finales del 2015. En él se contempla la creación de la llamada Tarifa de Protección del Recurso Hídrico.
Esta sería de carácter generalizado y obligatorio. Se aplicará a todo usuario del servicio de acueducto, por medio del cual se entrega agua potable a unas 4,4 millones de personas en Costa Rica.
El modelo tarifario donde se inserta este nuevo cobro ahora está en revisión por parte de la Junta Directiva de Aresep.
Cuando termine esa fase, se introducirá el ajuste, que empezaría a regir en el primer trimestre del año, explicó Carlos Herrera, intendente de Agua de la Aresep.
Una familia de cuatro miembros suele consumir en promedio 23 metros cúbicos de líquido al mes, según datos de la Aresep.
Siguiendo este ejemplo, el incremento para ese hogar sería de ¢99 por mes y crecería a ¢349 mensuales hacia el año 2020, cuando Aresep pretende cobrar ¢15,2 por metro cúbico de líquido.
Esto sería así porque la Autoridad propone que la tarifa sea escalonada entre el 2016 y el 2020.
De esta forma, se cobrarían al mes ¢7,6 por metro cúbico en el 2017 y luego ¢9,8 durante el 2018. Después, serían ¢12,6 en el 2019 y ¢15,2 en el 2020.
El cobro se aplicaría tanto a nivel domiciliar, como a empresas, Gobierno y clientes preferenciales (centros educativos, hogares de ancianos, Cruz Roja, Bomberos, hospitales, entre otros).
La tarifa busca generar dinero para que prestadores del servicio desarrollen proyectos que fortalezcan, de manera efectiva y sostenible, la capacidad de abastecer el servicio de agua y promover su uso racional, agregó Herrera.
El intendente recalcó que Aresep fijará controles contables específicos para esta tarifa y vigilará el uso de los fondos, los que, sin excepción, no podrán usarse para otros fines.
“Hay problemas de erosión y contaminación por actividades agrícolas que afectan los acuíferos y que deben empezar a corregirse. Incluso, la compra de tierras para preservar afluentes se enmarca entre posibles usos del dinero”, explicó el intendente.
La tarifa responde así a una aspiración del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados que ve en este cobro escalonado un vía para mitigar el efecto futuro del calentamiento global sobre afluentes locales.