Ni el ICE ni el Gobierno son capaces de garantizar a los costarricenses que las tarifas eléctricas que pagan hoy serán las mismas hasta diciembre del 2015.
Así lo asegura la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), con fundamento en la metodología vigente para calcular los costos de la electricidad.
En julio pasado, el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y el presidente de la República, Luis Guillermo Solís prometieron que la luz no subiría en los siguientes 18 meses.
Lo hicieron tras reconocer que por ese mismo periodo tampoco les sería posible conseguir las bajas que esperaban los usuarios. De esa forma, al menos, prometieron estabilidad.
De cumplirse, el abonado residencial promedio del ICE– que consume al mes unos 200 kilovatios hora (kWh) – seguiría desembolsando ¢91 por cada kWh, por año y medio.
Para la Aresep, sin embargo, esa es una promesa muy aventurada.
¿Por qué no es segura? Esa tarifa eléctrica se somete a dos procesos: Uno –el ordinario– corresponde a ajustes solicitados por el generador eléctrico para cubrir gastos de operación, mantenimiento, compras de energía a privados, arrendamientos e importaciones del Mercado Eléctrico Regional (MER).
Otro, el extraordinario, en cambio, se fija automáticamente cada trimestre y depende del costo variable de combustible (CVC).
Este varía según cuánto hidrocarburo se quemó en meses previos para producir energía y cuánto se proyecte quemar.
Pero estos dos procesos se componen de variables que el ICE no puede anticipar ni controlar, sobre todo las referentes al costo y cantidad exactos de las importaciones energéticas, así como el precio de los combustibles que requerirá.
La Aresep advirtió de que ni el regulador ni el ICE ni el Gobierno son capaces de predecir las condiciones climáticas y los precios internacionales (tanto del barril de petróleo como del kWh del mercado regional) que estarán vigentes durante el próximo año y medio.
Lo que sí está en manos del ICE es controlar la negociación de sus deudas, gastos y costos operativos.
Ante estas observaciones, Carlos Obregón, presidente del ICE, alegó que su equipo técnico suma mucha experiencia en análisis probabilísticos y en determinar las condiciones del año entrante.
“Aresep dice una cosa y nosotros decimos otra (...). No hay un 100% de garantía, no, pero consideramos que los cálculos que hicimos están correctos y que podremos mantener lo que prometimos”, expresó.
Diferencias. Las críticas sobrevinieron a finales de julio debido a que, unos pocos días después de prometer tarifas estables, el ICE solicitó a Aresep un ajuste del 3,7% en el valor de la electricidad.
Esa petición se encuentra en trámite en el órgano regulador desde el 21 de julio anterior. Será sometida a discusión mediante una audiencia pública el 10 de setiembre. El cambio regiría en octubre.
Mientras que la Aresep insiste en que tramita un alza “tradicional”, el ICE asegura que no es eso lo que plasmó en su hoja de solicitud.
Obregón dijo que el ajuste que pidió fue solo para el rubro de distribución, por lo cual el precio actual final (¢91 por kWh) no variaría.
Esos ¢91 se componen de una tarifa base de ¢71, más ¢20 por el cargo de combustibles. Entonces, según Obregón, la petición del Instituto es que la tarifa base suba en 3,7%, es decir a ¢73,6.
“La diferencia entre los ¢73,6 y los ¢91 se usaría para el reconocimiento de combustibles del cuarto trimestre y de periodos anteriores, por lo que, siempre, el precio final sería de los ¢91”, declaró Obregón.
Ante lo dicho por Obregón, el regulador Dennis Meléndez informó de que en caso de aprobarse la petición de alza del ICE, se encarecerían las tarifas al usuario.
“El ICE pidió un alza de tarifas del 3,7% y eso es lo que tramitamos aquí. Si avalamos el proceso, el 10 de octubre aumentaremos en 3,7% las tarifas eléctricas”, precisó.
Casi un mes después de la solicitud del ICE, no ha llegado a la Aresep una gestión aclaratoria o petición de rebaja del 3,7%, para lograr un balance.
La que podría resultar confusa (por lo cercano de la entrada en vigencia) es la otra fijación que impactará los bolsillos desde el 1. ° de octubre: el CVC.
Carolina Mora, vocera de Aresep, manifestó que aún se desconoce cuál será su impacto, sobre todo en este año de clima irregular.
El regulador habló, incluso, de la posibilidad de sentir una rebaja desde octubre. “Aresep no tiene autorización legal para decir: ‘No, mire, vamos a mantener la tarifa porque, tal vez, el año entrante habrá un periodo en que va a estar más alta, y entonces compensamos’”.