El Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA) afirma que gastará este año ¢109.300 millones en obras de suministro de agua en el país, para mitigar el rezago en infraestructura, entre otras metas previstas.
La entidad, responsable de proveer de líquido a 2,3 millones de habitantes, afirma que, del total a utilizarse, 56% de los fondos (¢60.827 millones) son recursos propios, 16% (¢17.630 millones) son transferencias del Estado y cooperaciones no reembolsables y 28% (¢30.913 millones) son créditos con entidades como el Banco Centroamericano de Integración Económica.
Del dinero a ejecutarse, 40% (¢44.178 millones) se centra en proyectos de infraestructura en sistemas de acueducto.
Hay 32% (¢35.122 millones) para obras de alcantarillado, 17% (¢18.866 millones) para mejoras en la propia gestión del AyA y 11% se irá en unidades del Instituto centradas en el estudio, el diseño y la formulación de nuevos proyectos.
El programa que individualmente consumirá más recursos (16% del total ) es uno compuesto por 17 proyectos para obras de abastecimiento de agua, rehabilitación y mejora de plantas ya existentes de producción de agua.
A junio del 2016, este conjunto de obras, valoradas en ¢17.347 millones, tenía ya 65% de operación en diversas regiones del país, según el Plan de Inversiones 2017 de la Dirección de Planificación Estratégica del AyA.
Según el texto, el AyA prevé continuar dichos trabajos en los cantones de Atenas (Alajuela), construir un acueducto en Golfito y mejorar otro en Coto Brus (Puntarenas), ampliar el de San Mateo de Alajuela, así como reforzar el sistema que abastece de agua a la ciudad de Nicoya, en Guanacaste, entre otros.
“En San José, vamos a crear pozos nuevos en Belén, para suplir de agua a la capital, porque sabíamos que iba a faltar el líquido a mediano plazo”, explicó James Phillips, director de Investigación y Desarrollo del AyA.
En la capital, también se financiarán proyectos de agua potable en zonas de la periferia urbana y donde viven familias de bajos ingresos, como La Carpio en La Uruca, algunos asentamientos en el distrito de Los Guido, en El Llano de Alajuelita, en Linda Vista de Río Azul, en El Rodeo y en Cascajal, Vásquez de Coronado, en Higuito de Desamparados y en Los Ángeles de Patarrá.
El funcionario explicó que el AyA procura, con estas obras, paliar décadas de rezago en infraestructura en momentos en que el país empezó a perder disponibilidad de agua por causas como el cambio climático y la contaminación de fuentes por agroquímicos.
Aguas residuales. Asimismo, se seguirán haciendo redes y colectores de alcantarillado en las cuencas de los ríos María Aguilar y Tiribí, así como financiamiento para arreglos en viviendas de familias de bajos recursos para conectar sus aguas residuales a la nueva red en vez de enviarlas a tanques sépticos u otros, como pozos negros con gran potencial de contaminación de mantos acuíferos. Dichas obras concentrarán 27% de los fondos del 2017 (¢29.870 millones), según el la ruta del AyA.
Fuera del área metropolitana del país, también se financiarán sistemas rurales de agua potable para pozos nuevos y rehabilitación de otros en Asociaciones de Acueductos y Alcantarillados (Asadas) de la zona norte. Zonas beneficiadas incluirán La Virgen y Puerto Viejo de Sarapiquí, Santa Rosa de Pocosol, San José de Upala, Santa Fe de Guatuso, Santa Fe de Los Chiles y la comunidad Maleku.