El virus del dengue que infectó a más de 300 personas en Limón, en lo que va de agosto y setiembre, se convirtió en "aguafiestas" de los tradicionales carnavales cuando ayer el ministro de Salud, Herman Weinstok, anunció que no darán el permiso para su realización.
Así lo comunicó ayer el titular de esa cartera al presidente del Concejo de dicha provincia del Atlántico, Eduardo Cruickshank, y le expuso que una actividad de estas, en la que se concentran tal cantidad de gente, puede propiciar la mayor propagación del virus, transmitido por el mosquito Aedes aegypti.
"Diferentes serotipos del virus del dengue se han aislado en el territorio nacional, por lo que no es conveniente ni razonable exponer a la población de Limón y a la del resto del país a adquirir el dengue hemorrágico", dice textualmente la misiva.
La presidenta de la Comisión de Carnaval, Mercedes Flores, dijo anoche que, si es una orden de Weinstok, se acatará, una vez que reciban la comunicación oficial.
"Nos pondremos a las órdenes del Ministro para colaborar en la atención de la emergencia. Lo que nos extraña es que hace poco se dieron los carnavales de Matina, y no dijeron nada, y este fin de semana son los de Guápiles y Siquirres, y tampoco... Si es situación de riesgo, pues hay que suspender todo", agregó.
Weinstok aseveró que la decisión, a diferencia de otros años, será irreversible. "Sin el permiso de Salud, sencillamente no pueden hacerlo, y no lo vamos a dar. La salud de los costarricenses vale más que cualquier inversión o pérdidas que puedan tener los organizadores", añadió.
Según las autoridades del ramo, hasta el momento la buena suerte ha acompañado a los costarricenses ya que las condiciones están dadas para que el dengue hemorrágico (mortal) se propague en cualquier momento.
Para ello desde hoy arranca una campaña de prevención y educación en la provincia limonense, con la colaboración de funcionarios de varias dependencias gubernamentales, con el fin de insistirle a la población sobre los cuidados, como, por ejemplo, evitar mantener aguas estancadas, en las que se pueda propagar el mosquito transmisor.
Por otra parte, Weinstok destacó que la capital no está exenta de sufrir la enfermedad ya que se encontraron 10 casos en el precario La Carpio de La Uruca. "Esta posibilidad no se descarta ya que muchas mujeres de las que viven ahí trabajan en diferentes lugares de San José", dijo.