¿Es esto una amenaza real?
Sí, claro. Hay que entender lo siguiente: los primeros casos aparecen en Haití, luego pasa a República Dominicana, Venezuela, Cuba y de ahí a México. Entonces, claro que es una alerta muy importante, digna de poner atención.
¿Es suficiente prevención la alerta de vigilancia sanitaria?
Está bien hecho. El Vibrio cholerae puede entrar por varias vías: por un turista contaminado, por un paciente portador, por agua contaminada y alimentos. Por eso, otra medida preventiva sería clorar los acueductos que hoy no lo están.
¿Qué ha hecho el laboratorio de cara a esta amenaza?
Desde que pasó lo de Haití (octubre del 2010), pusimos en cuerpos de agua un aparato conocido como isopo de Moore, que son como toallas sanitarias absorbentes. Esto nos permite vigilar las aguas superficiales y lo estamos haciendo desde hace casi tres años porque existía la preocupación de que el cólera entrara. Tenemos isopos en el río Virilla, en el María Aguilar, y colocaremos pronto en ríos de las zonas fronterizas.