¿Cuál es el balance a casi un año de apertura?
Me parece que ha sido planificado, no se ha corrido, se han venido dando pasos sólidos para no provocar un daño en la atención al paciente. Sí, es verdad que ya lleva un año abierto, pero empezar un hospital, de esta envergadura, no es algo como abrir las puertas y empezar. Si Dios quiere, estaríamos en febrero a un 100% por dos cosas: número uno, por completar la planilla y (dos) por el material de osteosíntesis.
¿Por qué en febrero?
Porque en febrero se acaba el contrato con la Católica y comenzaríamos aquí a tiempo completo, con todos los especialistas y todas las salas funcionando. El apoyo del hospital estaría dirigido a la atención de la emergencia.
Cuando iban a empezar, hace casi un año, ¿sabían que el arranque era por etapas?
Sí. La idea del hospital es tener su planilla completa, no contar con médicos por contrato. Ese cambio, mínimo, tiene que ser en dos o tres años. Era algo esperado. La logística de una sala de operaciones nueva, donde todo es nuevo, tampoco es bueno comenzar con el sistema de gases todo porque pueden fallar y cometer un error. Por eso, yo veo positivo este arranque paulatino. Yo creo que ha sido planificado y paulatino, para no crear un caos en los pacientes del INS.
¿Cuál es el nivel de avance?
Hospitalización 100%. No recibimos emergencias. Lo que recibimos son los pacientes que vienen estables de la Caja.
¿Por qué no hay servicio de emergencias 24 horas?
Contamos con infraestructura. El problema es el personal médico. También es un poco descabellado que hubiéramos empezado ya.
“Por eso, la idea de que el personal se vaya adaptando con este tipo de pacientes (menos complejos) e ir aumentando la complejidad”.