En julio, Víctor Ramírez Montero, jefe del Departamento de Servicio al Turista, del Instituto Costarricense de Turismo (ICT), envió un pedido de ayuda a los municipios de los 31 cantones que tienen más riesgo por el virus del Zika.
En la carta, les solicitaba recolectar llantas viejas, consideradas el principal criadero de zancudos transmisores de la enfermedad. Hasta les ofreció ayuda, si la necesitaban, para el traslado de las llantas hasta la planta de una empresa recicladora, en El Coyol de Alajuela.
“¿Pregúnteme cuántas me han respondido hasta ahora? ¡Una! La de Corredores, y dijo que lo iba a valorar”, relató Ramírez, decepcionado, hace tres días. A él le preocupa el eventual impacto que el avance del virus tenga en el sector turismo.
A manera de anécdota, el caso que este funcionario cuenta describe la actitud, si se quiere indiferente, que han asumido muchas de las municipalidades del país con el combate al zika, dengue y chikunguña, loss tres males que contagia el zancudo Aedes aegypti .
La enfermedad de más reciente ingreso a este combo, el zika, causa microcefalia en bebés cuyas madres fueron infectadas al inicio del embarazo.
Ya un bebé nació en el país con esa condición, mientras que a 28 mujeres –de 33 que han contraído hasta ahora el virus– se les vigila la evolución del embarazo.
Este virus también se vincula al síndrome Guillain-Barré, que paraliza músculos y causa discapacidad temporal. Un caso autóctono se detectó en el cantón con más enfermos, Garabito, en el Pacífico central del país.
“No están viendo las dimensiones de lo que puede ocasionar la microcefalia”, reclamó Daniel Salas Peraza, director de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud, al reconocer que la respuesta municipal, hasta ahora, no ha estado a la altura que demandan las circunstancias.
Basura. Y, ¿qué significa lo anterior? José Alberto Morales Ortega, director del área rectora del Ministerio de Salud en Garabito, lo resume así: “Quisiéramos que la Municipalidad asumiera la recolección de basura no tradicional de manera ordinaria, y no que actúe de forma extraordinaria, solo cuando se lo pedimos. Necesitamos que tomen más la iniciativa”.
Aunque el Ministerio de Salud reconoce que Garabito es en donde más han apoyado, falta más.
“No deberían esperar a que sea uno el que pida ayuda, sino que esto sea la prioridad municipal. Ahora estamos en guerra contra el zika.
”No se puede trabajar una vez a la semana. Me gustaría más iniciativa, que vinieran a preguntar cuántos casos nuevos hay y en qué nos pueden ayudar”, manifestó el coordinador nacional de vectores del Ministerio de Salud, Rodrigo Marín Rodríguez.
Es así como la recolección de las lavadoras, cocinas o refrigeradoras viejas que la gente tira en lotes baldíos o en media calle, es uno de los principales retos para las comunidades.
En Garabito, se han recogido 138 toneladas de ese tipo de desechos este año, dijo Morales. Ahí se ha hecho un esfuerzo importante, pero aún no es suficiente.
Tobías Murillo Rodríguez, alcalde de ese cantón puntarenense, aseguró que este asunto es su prioridad número uno en la alcaldía.
La Municipalidad nombró a cinco personas en un departamento de vectores, para que sirva de enlace con otras instituciones. La recolección de basura no tradicional está programada cada 22 días.
El problema, asegura Murillo, ha sido el poco respaldo de los empresarios hoteleros, pues solo algunos se han comprometido con la causa, aseguró. La población tampoco ha respondido con la contundencia esperada.