El cirujano William Vargas Alpízar se libraría de eventuales sanciones disciplinarias, incluido el despido sin responsabilidad patronal, luego de que el director médico del Calderón Guardia archivó una investigación en su contra por supuestamente dejar el trabajo para ir a operar en un hospital privado.
El caso se remonta al 17 de marzo de 2011. De acuerdo a documentos en poder de La Nación , Vargas tenía ese día una guardia en el Calderón, de 4 p. m. a 7 a. m., según consta en el reporte 1461677, de Recursos Humanos de ese hospital.
Sin embargo, ese 17 de marzo el médico participó como cirujano asistente en una operación a una menor de 17 años, de 3:15 p. m. a 6:30 p. m. en el Hospital Metropolitano, en San José, certificó el director de ese centro privado en oficio aportado a la investigación contra Vargas y del cual este diario tiene copia.
Aunque los hechos son del 2011, la investigación por este caso se inició hasta en el 2014 y fue ordenada por el equipo interventor del Calderón Guardia tras recibir una denuncia.
De acuerdo con Maritza Cantillo, directora del Centro para la Instrucción de Procedimientos Administrativos (CIPA), de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), ante consulta de este diario, “la instrucción de este asunto concluyó por parte del órgano director, que lo trasladó al órgano decisor en diciembre 2015”. El expediente que quedó en manos de la dirección médica es el número 098-14. “Desconozco, además, si se dictó el acto final y si el mismo se encuentra en firme, al menos a este Centro no se requirió ninguna aclaración al órgano director sobre el caso”, aclaró Cantillo en correo enviado por medio de la oficina de prensa de la Caja.
“Lo que consta es que el Dr. William Vargas tenía el permiso por escrito de ausentarse con permiso discrecional por parte del jefe para salir del hospital a las 3:30 de la tarde, y pareciera que regresó a las 4:00-4:15 p.m. ¿verdad? ”Entonces, al tener el permiso del jefe, la investigación culmina que tenía permiso discrecional para retirarse del hospital sin afectar la prestación ordinaria de nuestro hospital”, aseguró Lemos la primera vez que se le consultó sobre el caso.
El director del Calderón, Taciano Lemos Pires, en entrevista telefónica con La Nación, confirmó que decidió archivar el caso a inicios de enero de este año porque en la investigación se documentó un permiso discrecional escrito del jefe inmediato de Vargas, Wálter Vega Gómez, jefe de Cirugía.
La Nación conversó telefónicamente con Vega para confirmar lo dicho por Lemos. Vega dijo que, aunque él inicialmente había confirmado el permiso, hace dos años le aclaró su error al Centro para la Instrucción de Procedimientos Administrativos (CIPA), de la CCSS.
Él nunca dio esa autorización, y esto, según aseguró Vega, quedó certificado en el expediente del CIPA que se le seguía a Vargas y que le fue entregado a la dirección médica del Calderón el 17 de diciembre del 2015.
Ausente. Vega Gómez no podía dar ese permiso porque no estaba en el hospital. El 17 y 18 de marzo del 2011 se encontraba de vacaciones como consta en su récord de vacaciones ordinarias, girado por el Calderón Guardia.
“Ese mismo día que yo fui a la cita con el CIPA yo les hice la aclaración a la hora en que me hicieron la pregunta directa de si yo había otorgado el permiso. Yo les dije que yo me había equivocado y que yo había consultado los documentos y yo había estado de vacaciones. Yo aporté ese documento al abogado del CIPA que me entrevistó ese día, e hice la aclaración enfática: yo no podía haber dado (el permiso), diay, yo me equivoqué.”(...) tal vez me apresuré en ese momento a decir eso, pero yo lo aclaré, y eso quedó documentado y aportado el documento oficial de vacaciones de ese día, de marzo del 2011. A partir de eso yo no sé nada, no tuve ninguna comunicación, hasta ahora que usted me llama y pregunta”, explicó Vega.
Al no estar Vega, Vargas debía haber recurrido al siguiente jefe en el orden jerárquico: Raúl Valverde Robert. Este cirujano tampoco autorizó la salida de Vargas, según confirmó Valverde ante consulta de La Nación.
¿Quién, entonces, le permitió su salida en hora laboral?
Este diario contactó a Vargas Alpízar, de 60 años, vía correo electrónico. Se le solicitó una entrevista personal para que se refiriera a esos hechos, pero no la había concedido al cierre de edición, a pesar de que prometió consultar con sus abogados.
En sus correos, Vargas afirma que se le hizo un debido proceso tras el cual se resolvió que no hizo “nada anómalo ni fuera de la ley”. Dice ser objeto de “persecución laboral” por parte de “algunos corruptos del Calderón Guardia” a quienes denunció . Desde el 2015 labora en el San Juan de Dios, porque pidió traslado a ese hospital.
La Nación trató de volver a conversar con Lemos quien, a través de la vocera de prensa, prometió atender hoy. El subauditor interno de la Caja, Ólger Sánchez, confirmó que se recibió otra denuncia el 8 de junio, tras la cual le solicitó cuentas a Lemos sobre este caso.