Estudios del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA) revelan que al menos un 20% de los colegiales ha tomado alcohol en el último mes y la mitad de ellos se ha emborrachado.
Con esos datos en mano, sumados a la evidencia sobre el daño que el consumo nocivo ocasionaría a la salud, Luis Eduardo Sandí, director del IAFA, impulsa una iniciativa similar a la que se promovió con el tabaco para prohibir la publicidad y aumentar los impuestos a los licores. Esta semana, el Instituto cumple 60 años de creación.
¿Cuáles son los datos que encienden las luces de alerta?
Tenemos que llegar a hacer del consumo episódico y abusivo, de la intoxicación, una conducta no deseable, una vergüenza social. Esto lo vamos a conseguir cuando logremos restringir el acceso al alcohol y aumentar la edad de inicio en los adolescentes. Tenemos evidencia científica de que el alcohol es un factor de riesgo inequívoco para el cáncer. Y todavía más grave: hay una relación directa dosis-respuesta: a más consumo de alcohol, más riesgo de cáncer.
¿Se aspira a una política tan estricta en alcohol como en tabaco?
Tenemos que ir a más restricción, menos permisividad, menos tolerancia, más educación, más impuestos. Vea que lo del tabaco se logró con un convenio marco para el control de tabaco, que fue un tratado internacional. Ese tratado estableció cuáles eran las medidas que habían demostrado ser altamente efectivas para la regulación del tabaco. Eran cinco: aumento de los impuestos, abolición de la publicidad, acceso a tratamiento, etiquetado de las cajetillas, prevención y espacios (libres de tabaco). Creemos que, en alcohol, es lo mismo porque es otra droga. Y son las mismas variables. Hay una lección aprendida con tabaco, muy buena, que queremos utilizar en alcohol.
”Creo que es el momento de comenzar a señalar que el alcohol es un producto de consumo no ordinario. No es como tomar jugo de naranja. Que tomar alcohol es una droga nociva”.
50% de la morbilidad y la mortalidad se vinculan al consumo de alcohol, según la Organización Mundial de Salud (OMS).
Sí. Y en la población de 15 a 49 años, el alcohol es el principal factor de riesgo para morbilidad y mortalidad en esa población, que es la que más consume...
... según datos de la OMS.
Según datos de la OMS, el alcohol es una sustancia cancerígena de clase A, igual que el tabaco y el arsénico. Cuando llega al cuerpo, el alcohol se procesa en acetaldehído, que es carcinogénico.
¿Debería prohibirse?
Debería limitarse, claro. Llegamos a la conclusión de que todo consumo es riesgoso.
¿Qué se piensa hacer a escalas local, regional y mundial?
La OMS lanzó una estrategia mundial de alcohol. Regionalmente, la hemos tomado y Costa Rica está con un plan país. Vamos a empezar a trabajar en el acceso a servicios y en publicidad, como las primeras metas. Luego seguimos con las otras metas: impuestos, accidentes de tránsito...
El IAFA se le va a meter a una maquinaria gigantesca.
Así fue con tabaco. Estábamos luchando contra un monstruo, pero no cejamos de educar, de concientizar, y pudimos vencer a esas compañías, con escasos recursos, no competitivos, pero con la ciencia y el conocimiento de nuestro lado.