El Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología, Raúl Blanco Cervantes, ampliará la atención domiciliar que reciben unos 700 adultos mayores con el apoyo de tres unidades móviles donadas por la embajada de Japón.
Este hospital, el único en su especialidad en el país, require llevar soporte nutricional, medicamentos, atención psicológica y curaciones a un importante grupo de adultos mayores que, por sus condiciones, no pueden trasladarse hasta San José.
La donación, por un monto de $87.928, la oficializó el miércoles el embajador de Japón, Mamoru Shinohara, en presencia de la vicepresidenta de la República, Ana Helena Chacón, la presidenta ejecutiva de la Caja, María del Rocío Sáenz Madrigal, el director médico del geriátrico, Fernando Morales Martínez, y la representante de la Asociación pro-Hospital Nacional de Geriatría y Gerontología (Apronage), Olga Quirós Sáenz.
Sáenz Madrigal explicó, en un comunicado de prensa, que esta donación pretende acercar los servicios de salud a una población que los necesita. Según dijo, mientras en las instalaciones del geriátrico hay 140 camas, fuera de sus paredes hay unas 700 personas que se encuentran encamadas y que reciben el apoyo del centro médico.
Fernando Morales, por su parte, dijo que las nuevas unidades de transporte permitirán aumentar esta modalidad de atención para atender a más adultos mayores en sus propios domicilios.
El hospital geriátrico creó un nuevo programa denominado 'Hospital a Domicilio', que se une a otros dos dedicados a la atención comunitaria geriátrica y los cuidados paliativos, informó Apronage.
"Los tres programas tienen como objetivo realizar visitas domiciliares a los adultos mayores más frágiles y vulnerables logrando mejorar la calidad de vida de estos y de sus familiares. Además, favorecerán la educación de la comunidad y al sector salud en la atención en estas personas. Apoyarán a los hospitales nacionales al disminuir los servicios de emergencias y los internamientos de los pacientes al manejarse desde su hogar", agregó Apronage en un comunicado.
El fortalecimiento de la atención domiciliaria reduce, además, los altos costos de internamiento. Hace dos años, un día de hospitalización ahí costaba ¢360.000.
El envejecimiento pleno de la población costarricense demanda la ampliación de servicios como estos. Según publicó este diario, en el 2025 habrá casi 900.000 adultos mayores en el país.
Una de las mayores necesidades por las que ha clamado este hospital es por la construcción de un nuevo centro, con un concepto diferente de atención para satisfacer la demanda de los futuros adultos mayores.