El ministro de Salud, Herman Weinstok, afirmó ayer que la única forma de enfrentar los nuevos y viejos padecimientos que azotan a nuestro continente es mediante una estrategia sanitaria conjunta y global.
Durante una entrevista que concedió en su casa de habitación, ubicada en Rohrmoser, el titular de la citada cartera dijo que no basta con que el país diseñe políticas tendientes a controlar las enfermedades emergentes y reemergentes, sino que se debe luchar para que las naciones vecinas hagan lo mismo.
El Ministro expreso sus preocupaciones frente a estos padecimientos y las estrategias que tienen planeadas para paliar sus efectos.
En una conversación que se prolongó por una hora, Weinstok lamentó la intromisión política, el debilitamiento y la caída que tuvieron en otro momento los programas de atención primaria, lo que favoreció el reingreso de enfermedades como el dengue y la malaria.
A continuación un resumen de la entrevista.
-¿De qué forma se prepara el país para enfrentar lo que se ha dado en llamar las enfermedades emergentes y reemergentes?
-Estas enfermedades nos han puesto a pensar y a hacer volar la imaginación sobre cómo podemos darles sostenibilidad a los diferentes programas de combate. La idea es pensar en estrategias propias y situarnos adelante de las epidemias y no ir tras ellas.
-¿Cuál de las enfermedades emergentes y reemergentes que azotan al continente es la que más problema traería a la estructura sanitaria vigente?
-No existe una enfermedad específica, las que más preocupan son aquellas donde tenemos menos influencia; por ejemplo, el sida, que no tiene tratamiento y mientras la población no asuma otras pautas de comportamiento es difícil poder enfrentarse a ellas.
-¿Cómo cree usted que pueden paliar estos padecimientos?
-Así como estamos hablando de globalización de la economía y de la globalización de las enfermedades, tenemos que hablar de la globalización de las soluciones. Yo creo que tenemos que pensar en establecer programas sanitarios conjuntos con el resto de los países y esa es la inquietud que le estoy proponiendo a los otros ministros de Salud de Centroamérica. Ya no basta con establecer programas nacionales, es necesario luchar para que los otros países hagan lo mismo.
-¿Cuál es la estrategia que adoptará el país?
-Nosotros cuando llegamos nos pusimos a apagar incendios y planeamos un ataque frontal contra los incendios que había; esa campaña nos dio resultados, pero no podemos conformarnos con eso. A modo de emplo, ahora vamos a desplegar un trabajo muy intenso en aquellos sitios con una elevada infestación del mosquito del dengue. La idea es actuar no solo donde nos dicen que hay enfermos de dengue, sino evitar y cortar cualquier transmisión.
-¿Esa estrategia únicamente sería contra el dengue?
-No, es el sistema de trabajo que adoptaremos para combatir todas las enfermedades. Por ejemplo, en malaria, además de los programas convencionales de combate, estamos haciendo drenajes que impidan la acumulación de agua que favorezca el desarrollo del anofeles en aquellas localidades que presentan una elevada incidencia, por ejemplo Matina.
-¿Qué medidas concretas adoptarán?
-Estamos trabajando fuertemente con el propósito de mejorar las condiciones sanitarias en las fronteras, por eso estamos luchando para dotar a esas comunidades de agua potable, letrinas y control de desechos. El trabajo que se debe desarrollar es muy duro e intenso, no tenemos derecho a descuidar la vigilancia epidemiológica, ni abandonar el proceso educativo que hemos desarrollado y, mucho menos, a descuidar la atención primaria de la población.
Las estrategias de Weinstok
Tras considerar que el trabajo que tienen por delante es muy duro e intenso, el ministro de Salud, Herman Weinstok, esbozó ayer las principales estrategias que tiene su cartera para luchar contra las enfermedades emergentes y reemergentes:
Fortalecer la atención primaria Mejorar la capacidad diagnóstica del país por medio del laboratorio de referencia en el Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (INCIENSA)Modificar los planes tradicionales de combate Establecer programas preventivos conjuntos con los países vecinos Fortalecer y mejorar la vigilancia epidemiológica Mantener y fortalecer programas educativos dirigidos a la población Mejorar la infraestructura sanitaria básica en localidades fronterizas