Las actividades pesqueras en Puntarenas y comunidades del golfo de Nicoya podrán reactivarse, luego de que la CNE levantara la alerta amarilla, tras el derrame de nitrato de amonio, ocurrido el sábado.
Los pescadores y molusqueros fueron los más afectados por la veda de tres días que se ordenó, luego del naufragio de la embarcación de la empresa Fertica, con 180 toneladas del fertilizante.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) informó de que este tóxico no dejó consecuencias en el pescado ni en las plantas marinas.
El informe del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) indicó que el análisis de las muestras de pescado revelaron que no hay peligro para su consumo.
Además, análisis del Laboratorio de Oceanografía Química de la Universidad de Costa Rica (UCR) no detectaron efectos perjudiciales en la fauna marina.
“Ante tal evidencia, la CNE levanta la alerta amarilla para la zona afectada y Senasa levanta la veda que había establecido para los pescadores artesanales”, dijo la CNE en un comunicado.
El Instituto Costarricense de Pesca y Agricultura (Incopesca), llamó a reanudar las actividades del sector.
A causa del naufragio, salió a la luz la ausencia de reglas para trasladar sustancias peligrosas en el mar. Las autoridades informaron de que las embarcaciones de Fertica no tienen al día los certificados de navegación.
El Instituto Mixto de Ayuda Social estudia la entrega de un subsidio a los molusqueros por los tres días que no pudieron laborar ni asegurar su sustento.