La mayoría de los 155 caminantes que salieron la madrugada del jueves de San Vito, Coto Brus, en la zona sur, 'devoraron' los primeros dos días de caminata este viernes y se aprestan para salir la madrugada de este sábado hacia La Fortuna de Pérez Zeledón.
Para Yamileth Mora, de 51 años, la caminata del primer día entre San Vito y Paso Real fue sumamente dura. La de hoy, viernes, entre Paso Real y Santa Marta de Río Nuevo, Pérez Zeledón, les permitió completar 84 kilómetros de recorrido. "Ya tengo bombas en la planta de los pies y las piernas muy adoloridas. Voy hacia la Basílica a rogar por las familias, los matrimonios, los enfermos y por los adolescentes", afirmó esta vecina de San Vito que por primera vez hace la romería.
María Esther Elizondo, del equipo encargado de logística, afirmó que hay 28 personas que se encargan de la cocina, servicios en carretera, asistencia y masajes, entre otros.
Añadió que la próxima jornada es de 30 kilómetros y esperan llegar a La Fortuna de Pérez Zeledón este sábado. El domingo estarán en Casa Sinaí de Pérez Zeledón, donde habrán completado 144 kilómetros y les quedará casi otro tanto igual. Un grupo al que denominan "guayaberos" se encarga de acompañar a los más urgidos de ayuda.
Al grupo se unirán otros romeros en Pérez Zeledón. La próxima semana llegarán al sector de Casa Azul, en el mojón 100 de la Interamericana Sur. De ahí pasarán a Macho Gaff, luego a La Cangreja y de ahí hacia la basílica de Los Ángeles, para un recorrido de unos 270 kilómetros. La mayoría de romeros sale de San José a Cartago y hacen un trayecto de 25 kilómetros. La organización coordinó con varios sacerdotes que les asisten y todos los días a eso de las 6 p. m. celebran la eucaristía.
La mañana de este viernes, el obispo de la diócesis que incluye a Pérez Zeledón, monseñor Guillermo Loría, llegó con cientos de creyentes que se desplazaron en buses, busetas y vehículos particulares a los pies de La Negrita, ya que les correspondió estar presentes en el cuarto día de la Novena a la Virgen de los Ángeles.
Luego de hacer el recorrido a pie desde el parque Central de Cartago hasta el Santuario Nacional, ingresaron al templo, donde el obispo celebró la misa a las 10 a. m.
Como ha sido usual, la basílica estaba llena de personas. No dejaban de llegar romeros de varios lugares que han adelantado su visita.
"Venimos a rendirle homenaje a la Virgen y a darle gracias a Dios; a pedirle a María, como intercesora de nuestras comunidades ante Dios, por las necesidades materiales y espirituales", indicó el obispo Loría, de 76 años, quien es oriundo de Tierra Blanca de Cartago.