Salir de los templos e ir al encuentro con los files fue uno de los llamados que hizo a los curas el nuevo obispo de Tilarán-Liberia, Manuel Eugenio Salazar, quien fue consagrado la mañana de este lunes en la catedral de aquel cantón Guanacasteco.
Para Salazar, de 57 años, "hay que seguir potenciando y cuidando la evangelización".
El prelado tomó posesión de la diócesis de Tilarán -Liberia sustituyendo a Vittorino Girardi, quien se jubiló al cumplir los 75 años de edad, luego de 14 de dirigir esta diócesis.
El acto de consagración comenzó con un recorrido de Salazar por los alrededores del templo, en compañía de sacerdotes, diáconos y feligreses. Los fieles aplaudían al paso de los religiosos y le deseaban a Salazar lo mejor para su nueva labor.
“Bienvenido”, “Te queremos ”, le gritaban algunos fieles.
Luego, inició la misa de consagración del obispo , la cual se extendió por más de dos horas.
“Como obispo, tengo que promover la cultura ecológica. Según me informaron, hay graves problemas de sequía, se debe promover en Guanacaste ela mor pro la tierra, sembrar árboles, reforestar. Es un pecado mortal atentar contra la naturales”, dijo Salazar quien añadió que su trabajo se centrará en os niños y en los jóvenes.
Sobre las recientes denuncias, de movimientos gais, de que el sacerdote Mauricio Víquez predica en público contra las parejas del mismo sexo, al tiempo que tiene prácticas homosexuales, Salazar opinó que la Iglesia la conforman seres humanos que cometen errores.
“En cualquier familia donde un hermano se jala una torta, es doloroso. Al sacerdote se le tiene que ayudar, pero si no quiere cambiar, en última instancia se le debe aplicar el reglamento”, manifestó el nuevo obispo.
El prelado no solo fue recibido por cientos de fieles tilaranenses, también asistieron al acto decenas de feligreses de la parroquia de San Jerónimo de Moravia, lugar donde Salazar fue cura párroco antes de ser nombrado obispo.
“Dos busetas llenas de gente vinimos desde Moravia a despedir al padre. Estuvo con nosotros por dos años. Él es una persona muy especial Tiene un corazón enorme, Dios está con él”, dijo la vecina de Moravia, Grace Garro.
Agradecimiento. Los aplausos de bienvenida de Salazar se fusionaron con los de despedida y agradecimiento al obispo emérito Vittorino Girardi.
Girardi desfiló con Salazar en los alrededores del parque y los fieles lo llenaron de agradecimientos y buenos deseos.
"Estoy agradecido con Dios por la misión cumplida en casi 14 años de obispado (...). Conozco al nuevo obispo desde hace más de 20 años, tiene una expresión muy simpática; sube a los rieles que encuentra", expresó Girardi.