Dos días después de ser destituido como embajador en Guatemala por acoso sexual, Fernando Borbón Arias habla sobre lo que considera “un montaje” en su contra, manejado desde la propia sede de la embajada de Costa Rica en Ciudad Guatemala, para quitarlo de allí.
El pastor evangélico, con 35 años de experiencia en el servicio exterior, elevó el caso al Juzgado de lo Contencioso Administrativo.
Borbón habló con La Nación ayer, y lo que sigue es un extracto de esa conversación.
Usted habla de una situación de persecusión religiosa. ¿Cómo se convierte eso en acoso sexual?
Arrancaron por ahí (tema religioso), después trataron de convertirlo en acoso laboral por mi tono de voz, diciendo que, supuestamente, yo grito todo el tiempo. Es mi tono de voz.
¿Contra quién?
El expediente es público. Usted puede ver que se me acusó primero de que yo hostigaba a la cónsul de Venezuela, después a la de El Salvador y no había nada allí. Por último, a esta muchacha, Josselyn (Monrroy Lemuz, guatemalteca).
¿Quién es ella?
Una muchacha que estuvo dos meses en la embajada, prima de la miscelánea titular y estuvo a cargo de la limpieza. Luego de acusarme de acoso contra funcionarias de El Salvador y Venezuela y que se desmintió, hicieron esto.
Tuvo que haber una acusación para que procediera.
No se hizo así: ella (Josselyn) llevó una declaración jurada donde se habla de un supuesto acoso, pero no se dice que hay una acusación. Es algo montado.
¿Por quién?
En este caso, ese documento llegó al consulado (de Costa Rica) y se envió a la Cancillería de Guatemala para que se autenticara la firma.
Usted dice que fue traicionado por su propio consulado.
Un subalterno que no guarda fidelidad antes era penado. Hay traición y se demuestra con el montaje que me hicieron con las embajadas de Venezuela y El Salvador, y ahora con esta muchachita.
No es traición si hay delito.
No existió nunca el delito. Ni se tramitó como una denuncia. Se transcribió la declaración de Josselyn el 30 de julio, cuando ella ya iba a dejar de trabajar en la embajada. Es hasta el 8 de agosto (cuando ya no laboraba) que hace un escrito en el que se pide que se investigue y es llevado hasta el 16 de agosto para que llegara a la Cancillería (tica). Antes de que ella presentara una denuncia, fue tramitado y nombrado un órgano y empezaron una investigación que no podía existir porque no había acusación.
¿Qué contacto tuvo con usted esta muchacha, Josselyn?
Ella era la miscelánea y me daba café o té. Ese fue el contacto con ella. Cuando había algunas cosas que hacer, o se ausentaba la secretaria, ella hacía el favor de atender el teléfono. La cónsul (Heizel Alpízar Orozco) dice que era sospechoso que le diera trabajo a Josselyn para que atendiera el teléfono. Ellos tratan de montar (las cosas) y se contradicen.
¿Quiénes son ellos?
Por lo que se ve es la cónsul (Heizel Alpízar) la que envía todo sin recibir ninguna acusación.
¿Usted tocó a esa muchacha en alguna ocasión?
Si la toqué, la toqué como se toca a alguien cuando se le saluda.
¿Usted usó un tono que insinuara algún acercamiento?
No señor. Primero, porque como empleado público, como embajador, represento al país, a la presidenta y todo acto que haga le involucra a ella.
¿Por qué le querrían dañar?
No entiendo por qué, pero como que está de moda que traten de perseguir a sacerdotes y pastores. Si yo fuera culpable de algo, ya habría pedido disculpas.
¿Por qué Cancillería lo tramita?
Quiero creer que se les pasó y que no es ignorancia.