Johnny Araya:
Un acuerdo con las organizaciones sindicales para eliminar el efecto bola de nieve que tienen los ajustes de sueldo. Aplicar los aumentos al final del salario y no a la base. Revisar los pluses salariales y racionalizarlos. Aprobar una ley de empleo público consensuada.
Otto Guevara:
Tramitar leyes para desamarrar categorías y evitar que al subir el salario a una, se afecte al resto de empleados. Congelar el empleo público, revisar si se justifica la cantidad de personal y aplicar movilidad, si corresponda. Promover y discutir ley de empleo público.
Rodolfo Piza:
Contener el crecimiento del empleo público (1,5% anual máximo). No reponer todas las plazas que queden vacantes. Ser muy estricto con el reconocimiento de beneficios que tienen efecto cascada. Crear una ley de empleo público, que dicte reglas para todo el sector.
Luis Guillermo Solís:
Fijar un impuesto a los salarios elevados (progresivo). Promover una ley para el empleo público (en consulta con organizaciones gremiales). Revisar los contratos de consultorías en entidades públicas y que la autorización de plazas y su contenido la haga una rectoría.
José María Villalta:
Revisar los ‘aumentazos’ y salarios de lujo de los altos jerarcas y ponerles tope. Mejorar los salarios de los trabajadores peor pagados sin que se produzca un efecto en cadena y se aumente a otros sin justificación técnica.