Laura Chinchilla llegó anoche a pronunciar su último informe de rendición cuentas como presidenta de la República en familia.
Ahí estaba no solo su esposo, José María Rico, quien participó poco de las actividades públicas, sino también sus padres, Emilce Miranda y el excontralor de la República, Rafael Ángel Chinchilla.
Ese apoyo no es extraño, pues desde un día antes de asumir la banda presidencial, en mayo del 2010, lo adelantó. “Mi familia va a seguir presente en todos estos años que vienen . Así lo espero yo”.
Aquellas palabras las pronunció al recordar cuando en octubre de 2009, al comenzar la campaña presidencial que la llevó al poder, su papá la regañó porque no estaba al día con la Caja Costarricense de Seguro Social y él mismo fue a pagar las cuotas que ella adeudaba por su empleada doméstica.
A lo largo del gobierno, igual que anoche, no fue extraño ver a sus padres participar de momentos importantes, comenzando por el traspaso de poderes, cuya vestimenta la escogió con su mamá.
Entre los últimos grandes eventos de Chinchilla, en la que sus padres la acompañaron están la visita del presidente chino Xi Jinping en mayo de 2013. Ahí fue la madre de la gobernante quien acompañó a la primera dama china a una visita al hospital Nacional de Niños.
También estuvieron presentes durante el discurso que ella dio ante la Asamblea General de Naciones Unidas, en setiembre pasado.
Anoche, de la misma forma, el excontralor y su esposa llegaron a apoyar a su hija, a ocho días de entregar el mandato.
El hijo de ella, José María, no estaba presente, pero sí lo estuvo en el discurso, donde ella, casi en sus últimas palabras ante los diputados, le celebró los 18 años que él cumplía ayer. Y ella, también 18 años de haber iniciado su carrera pública.