Si bien el resultado de las recién celebradas asambleas distritales del PLN y del PUSC confirmó que el "gusanillo electoral" aún no tienta al costarricense, la carrera por llegar a la Casa Presidencial ya toma cuerpo.
El liberacionista José Miguel Corrales y el socialcristiano Miguel Angel Rodríguez no solo lideran por amplio margen las preferencias en sus respectivos partidos, sino que además libran una batalla, codo a codo, por el apoyo popular.
Se trata, sin embargo, de una situación preliminar, porque el panorama de las precandidaturas, particularmente en Liberación, aún es incierto.
La última encuesta de la firma Unimer, a 1.248 personas mayores de edad, realizada entre el 16 y 30 de enero de 1996 reveló, al preguntársele al total de la muestra a quién desearía que fuese electo como presidente en 1998, que un 25,5 por ciento de los entrevistados se inclinó por Rodríguez mientras que el 23,9 por ciento lo hizo por Corrales.
La pregunta no indagó directamente sobre las intenciones de voto, precisamente por el panorama tan fluido que existe sobre las precandidaturas.
El tercer lugar lo ocupó el exministro de Seguridad Pública, Luis Fishman, con el 7,5 por ciento. El socialcristiano anunció el pasado 1= de febrero su adhesión a Rodríguez tras negociar algunas concesiones para sus allegados.
Dicho acuerdo abre la posibilidad de que el caudal electoral que tenía Fishman pueda alimentar al rodriguismo.
Más atrás, en una posición muy incómoda, aparecen los liberacionistas Rolando Araya, actual presidente del PLN (3,4 por ciento), y el expresidente ejecutivo del Banco Central, Carlos Manuel Castillo (2,9 por ciento).
De los encuestados, 17, 8 por ciento no se inclinó por ningún político; 13,9 por ciento no respondió y 5,2 por ciento citó otros no especificados.
También se le pidió a los encuestados que indicaran si sabían por cuál partido van a votar en las elecciones de 1998. Cuarenta y ocho de cada 100 personas indicaron que sí saben, mientras que 41 de cada 100 dijo que no.
Entre quienes contestaron afirmativamente, el 54,4 por ciento afirmó que apoyará al PUSC y un 44,4 por ciento al PLN.
Terreno ganado
Al echarle un vistazo a la encuesta realizada por Unimer en setiembre de 1995 salta a la vista que, en relación con el sondeo de enero, José Miguel Corrales fue el único de los precandidatos que logró ganar terreno.
Corrales tenía en la consulta anterior un respaldo del 20 por ciento y estaba 9 puntos porcentuales por debajo de Rodríguez.
El apoyo al socialcristiano, en cambio, bajó de setiembre a enero en 3,5 puntos porcentuales. Fishman -ahora fuera de escena- sufrió una caída del 8,5 por ciento; Araya perdió 4,6 por ciento, y Castillo un 1,1 por ciento.
Ahora bien, esto no significa que Corrales haya absorbido todos los votos que dejaron ir sus contendores. Lo que sucedió fue que se acrecentó el porcentaje de personas que dijo no respaldar a ningún precandidato.
Este grupo subió del 9 por ciento en setiembre, al 17,8 por ciento en enero pasado.
Por otra parte, Corrales aparece en la última encuesta de Unimer en el tercer lugar de las figuras nacionales con mayor popularidad, detrás solo de los expresidentes Oscar Arias y Rafael Angel Calderón. (Véase recuadro.)
Se trata de la primera vez que los precandidatos son incluidos en esta lista. Rodríguez ocupa el noveno puesto.
Arias sigue siendo el personaje que despierta mayor simpatía en el país pues al restarle a las opiniones favorables (89,4 por ciento) las desfavorables (9,3 por ciento), obtuvo un saldo positivo de 80,1 por ciento.
El presidente José María Figueres ocupa el último lugar con una calificación del -29,2 por ciento. Esta nota, por raro que parezca, refleja una mejora en la imagen del mandatario, que en setiembre de 1995 obtuvo -43,2 por ciento.
Sin embargo, su impopularidad - al igual que en el sondeo anterior- sigue por debajo de la histórica percepción negativa sobre el exmandatario Rodrigo Carazo, quien en esa ocasión contabilizó un -13,6 por ciento.
Lucha interna
Internamente, tanto en el PLN como en el PUSC, la supremacía de Corrales y Rodríguez sigue siendo marcada. (Véase gráfico de pastel.)
La principal novedad en la acera liberacionista es que Castillo logró rebasar a Araya. En setiembre de 1995 el primero era apoyado por el 9 por ciento de los militantes del PLN; en enero ganó un punto porcentual.
En cambio el presidente socialdemócrata pasó de tener un apoyo del 23 por ciento al 9,3 por ciento. El cuarto y quinto puesto lo ocupan los diputados Wálter Coto y Antonio Alvarez (ambos con el 2,8 por ciento).
Otra curiosidad es que los simpatizantes del PLN que no apoyan a nadie subieron del 9 por ciento al 24,2 por ciento.
Mientras tanto, en el PUSC se confirmó la línea decadente de la tendencia de Fishman, que en setiembre tenía el apoyo del 28 por ciento de los socialcristianos y en enero solo obtuvo el 14,4 por ciento.
El exministro de Transportes, Guillermo Madriz -también precandidato- no aparece con un porcentaje significativo.