Sin ambages, la defensora de los Habitantes, Montserrat Solano, acusó a la administración Solís de no esforzarse para llevar más migrantes extracontinentales y haitianos a albergues donde tendrían mejores condiciones.
La jerarca afirmó que, contrario a lo que ocurrió durante la crisis migratoria que provocaron miles de cubanos, a finales del 2015 y principios del 2016, en esta ocasión el Poder Ejecutivo falló en comunicarles a los extracontinentales y haitianos la necesidad de que abandonen los albergues clandestinos y se trasladen a los sitios dispuestos para recibirlos.
“El Ministerio de Comunicación nos informa de que han hecho varios intentos por convencer a los migrantes de que vayan a albergues oficiales, pero lo cierto es que, a diferencia de lo que se hizo con los cubanos, cuando había presencia de autoridades públicas en la zona y demás, aquí no la ha habido y no vemos un esfuerzo para convencerles de que se trasladen”, lamentó Solano.
La Defensoría de los Habitantes hizo un recorrido por los albergues a mediados de agosto; de ahí se generó un informe dirigido al presidente Luis Guillermo Solís.
Si bien reconoce que algunas de esas recomendaciones fueron acatadas por el Gobierno, Solano esperaba más.
“La situación en el parqueo Deldú (albergue no oficial en Peñas Blancas) es terriblemente preocupante. Lo que vimos el primer fin de semana de setiembre es que las condiciones empeoraron: había más basura, y solo había cinco cabañas sanitarias más”, reclamó.
En ese sitio permanecen cerca de 2.500 personas; de ellas, 580 son menores de edad. La Defensoría estimó que, hasta hace 15 días, habían ingresado cerca de 8.000 migrantes, en su mayoría haitianos y africanos.