El presidente Luis Guillermo Solís puede dar el informe de sus 100 días de gestión en el Congreso, pero no puede contestar preguntas de los diputados, según un dictamen del departamento de Servicios Técnicos de la Asamblea Legislativa.
Ese informe que no es vinculante y que es una respuesta a una solicitud que planteó el presidente legislativo, Henry Mora, también concluye que el mandatario no es quien define los temas que tratará en su discurso, sino los propios legisladores.
De acuerdo con la jefa de esa dependencia, Gloria Valerín, en la Constitución Política nunca se previó que el presidente pudiera ser interpelado y hacerlo implicaría un debilitamiento al sistema semipresidencialista que rige en la actualidad.
Para Valerín, la comparecencia que plantea Solís -entendiéndola como un informe con debate- podría, además, resultar contraria a la carta magna, porque violenta el principio de indepedencia de poderes y disminuye el poder de la figura del presidente.
“Si Solís quiere venir debe hacerlo bajo las reglas de los diputados y en una dinámica igual a la del informe del 1° de mayo, donde solo hablan los presidentes de los poderes Ejecutivo y Legislativo”, explicó Valerín.
A criterio de ese departamento, para que Luis Guillermo Solís sea interpelado se requiere de una reforma constitucional.
Lo correcto sería que -con base en el artículo 140 de la Constitución- se le solicite al gobernante rendir un informe sobre temas en específico, según una serie de reglas. Su presencia sería convovada mediante una moción de orden.
El debate del discurso se puede llevar acabo pero en otra sesión, como ocurre el 1° de mayo.
Valerín asegura que el dictamen se entregó este miércoles a Mora y, al no ser vinculante, puede ser archivado por los diputados y, por ende, se puede realizar la interpelación si es la decisión de la mayoría.
A fines de mayo, Solís anunció su deseo de presentar al cumplir 100 días (15 de agosto) un informe sobre la situación del Estado que recibió. Inicialmente se propuso presentar el informe el 27 de agosto próximo.
El plan de Solís es ofrecer, primero, un discurso de 60 minutos en el plenario durante una sesión extraordinaria en la mañana; luego, abrir a un periodo de dos horas de preguntas; y, finalmente, emitir un mensaje de cierre de 15 minutos.
Existe consenso para que acuda a Cuesta de Moras el 21 de agosto, seis días antes de lo previsto por el Poder Ejecutivo.