La Seguridad de la Asamblea Legislativa activó este lunes el protocolo por una supuesta amenaza de bomba ante la presencia de un bulto extraño en el alero del primer piso del edificio que alberga la oficina de la diputada del Frente Amplio, Ligia Fallas.
El director ejecutivo del Congreso, Antonio Ayales, explicó que el agente de seguridad asignado a la puerta de ingreso al despacho de Fallas notó el bulto y de inmediato alertó a un policía que pasaba por ahí cerca.
Eso bastó para hacer un despliegue policial de acuerdo con el protocolo que, para la legisladora frenteamplista es excesivo, pues dijo que podía ser el bulto de algún indigente.
La diputada criticó duramente la activación del protocolo de seguridad, y a la jefa de esa dependencia del Congreso, Magaly Camacho.
Según Fallas, había una clara intención de introducir el perro de la Unidad Canina policial a su oficina, como sucedió, y revisarla por todo lado.
Ante la supuesta amenaza, la policía cerró por algunas horas el acceso por la calle 19, al costado este del edificio Sión del Congreso, en el cruce con la avenida central, es decir, a 100 metros del Parque Nacional.
Además, uno de los policías subió por una escalera hacia el techo del primer piso del edificio que alberga a Fallas, donde también se encuentra un supermercado de conveniencia AMPM.
Luego de la revisión del bulto, que era de color negro y rojo, el policía le indicó a Fallas y a sus asesores que el objeto quedaba bajo su responsabilidad.
Un asesor territorial de la diputada, Lino Rodríguez, se subió a la escalera, tomó el maletín y lo lanzó a la acera.
"Un maletín vacío y traen este despliegue policial. (...) Lo único que querían es que los perros ingresaran dentro del despacho", dijo Fallas.
Añadió que es inaudito que eso suceda en Costa Rica sin orden de juez.
Información actualizada a las 7:43 p. m.