La diputada Sandra Piszk, del PLN, se opone al Proyecto de Ley para Racionalizar el Gasto Público porque considera que, atropelladamente, mezcla una serie de temas que enrarecen la discusión sobre la contención del gasto estatal.
Ayer, en el plenario legislativo, la verdiblanca dijo que es su posición personal, pero que no puede estar de acuerdo en una iniciativa que mezcla indiscriminadamente el tope a los pluses con el tema de la “responsabilidad fiscal”.
“De pronto, aparece un proyecto que -debo reconocer- se firmó para la alianza opositora, que mezcla cosas que no debieron haberse mezclado. Yo tampoco podría estar de acuerdo con ese proyecto 19.923, no es ese tipo de proyectos a los que yo aspiraría que se le den vía rápida”, insiste Piszk.
La legisladora venía negociando con otras fracciones, entre ellas el Frente Amplio y el Gobierno, el ordenamiento de los pluses salariales, sobre todo anualidades y el pago por la dedicación exclusiva.
“Nos ha costado mucho ponernos de acuerdo en materia de pluses y ordenamiento del sector público, para que a última hora se presente un proyecto como este”, apunta.
El capítulo al que se refiere Piszk sobre responsabilidad fiscal es una copia idéntica de una iniciativa libertaria (expediente 17.868) presentada en el 2010, que en agosto del 2014 recibió un dictamen negativo unánime en la Comisión de Hacendarios.
Ese expediente al que se opone Piszk fue incluido en el pacto firmado por los partidos del bloque opositor, como una exigencia del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) para, indirectamente, ayudar a Antonio Álvarez Desanti, del PLN, a dejarse la presidencia legislativa.
Tanto la Unidad como el Libertario y los partidos cristianos exigen al oficialismo darles una vía rápida a ese plan y a otro sobre topes en pensiones de lujo, antes de pensar siquiera en el avance de los impuestos.
“Se juntaron proyectos que desmejoran la propuesta que se había trabajado”, dijo Piszk.