Fue la primera en recoger las entradas para el traspaso de poderes, en el Estadio Nacional, el pasado sábado, a las 5 a.m., y este jueves llegó antes de las 7 a.m., con sus dos nietas, a hacer fila para ser de los primeros ticos en entrar.
María Leticia Vega, de 58 años, vecina de Alajuelita, en San José, llegó ataviada con un collar imitación de perlas, tacones altos y los colores que identifican a Acción Ciudadana en su vestimenta (rojo y amarillo). No le faltó tampoco un buen maquillaje.
Sus nietas, Ilana y Tamara Elizondo, de 12 y 14 años, respectivamente, la acompañan en este día tan importante para ellas, según dijeron.
"Hoy está el día precioso, sensacional. Hace un sol precioso, pero si llueve, nos mojamos. De aquí no nos vamos a ir. Yo trabajé como fiscal para Luis Guillermo (Solís, el mandatario electo) en Alajuelita, y desde bien temprano el sábado estaba recogiendo las entradas apenas me dijeron que estaban disponibles", contó María Leticia sin perder la emoción mientras hablaba.
Junto a ella, miles de costarricenses de todas partes del país se acercaron al Estadio Nacional, en La Sabana, para presenciar la toma de posesión, en donde Laura Chinchilla entregará la banda presidencial a Luis Guillermo Solís Rivera.
Las puertas del Estadio se abrieron a las 9 a.m. para permitir la entrada de los 17.000 ciudadanos que se convertirán en testigos directos del traspaso.
Los más diversos estilos de vestimenta son los protagonistas en el escenario de cambio de mando: desde quienes vienen en pantalones de mezclilla y tennis, hasta aquellos que sienten esto como una fiesta de gala y sacaron sus mejores trajes, corbatas y tacones altos.
La procedencia de los asistentes también es muy diversa.
Donaldo Moraga se vino desde ayer a mediodía desde Quebrada Honde de Nicoya, en Guanacaste: "Estoy aquí por tantas cosas bonitas que se esperan de este gobierno. Yo, en particular, le pido al Presidente el asfaltado de todos los pueblos de Nicoya porque nos cuesta mucho llegar de un lado a otro".
Muchas personas se decidieron venir a última hora y no consiguieron entrada, pero hay quienes se disponen a disfrutar del día aunque no haya pantallas disponibles para observar desde afuera lo que ocurre en el interior del Estadio.
Estas personas intentarán escuchar desde afuera la toma de posesión.
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