El proyecto de ley 13.422, que reforma la Ley de Impuesto sobre Bienes Inmuebles, lleva 16 años de trámite en el Congreso, 10 de los cuales ha estado en una especie de “coma” legislativo.
Como ese, hay poco más de 400 expedientes que ni avanzan para convertirse en leyes, ni son archivados.
El mecanismo que utilizan los diputados para mantener vivas esas iniciativas es una moción que puede ampliar el plazo de discusión, originalmente de cuatro años, por otro periodo similar.
Sin embargo, si esas mociones nunca se discuten en el plenario, los planes de ley se mantienen en el “limbo”, como se le llama en la jerga legislativa a esa categoría de expedientes.
“Estas cosas no se resuelven porque normalmente hay criterios políticos muy contradictorios que impiden que se resuelvan”, consideró Gloria Valerín, directora de la División Legislativa.
Valerín, quien fue diputada entre el 2002 y el 2006, aseguró que a los legisladores les faltan agallas para tomar decisiones, ya sea para aprobar un proyecto o para archivarlo.
El expediente 13.422, ya mencionado, está asignado para estudio a la Comisión de Asuntos Jurídicos del Congreso, pero es el plenario el encargado de decidir si le aprueba la moción para sacarlo del “coma”.
Con los mismos 16 años de trámite parlamentario, aún siguen con respirador artificial expedientes legislativos como el Tratado entre Costa Rica y México sobre Ejecución de Sentencias Penales y el Estatuto de Servicios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
El tratado con México llegó al Congreso en 1999 y a discusión en el plenario en julio del 2003, pero no aparece en el orden del día de esa instancia, precisamente por tener pendiente la moción de ampliación del plazo.
Técnicos legislativos del Departamento de Servicios Parlamentarios y de la Secretaría del Directorio han sido testigos de la acumulación de textos de ley que simplemente son “víctimas del olvido” de los diputados, o bien que, ante la polémica, se prefiere que sigan acumulando polvo.
Otra causa de esa acumulación de trabajo en el Congreso es la “vagancia a niveles estratosféricos”, según la opinión del diputado Ottón Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC).
El legislador criticó la falta de decisión de los legisladores, que, según su criterio, no se atreven a votar negativamente un plan.
Jorge Rodríguez, de la Unidad Social Cristiana, dijo que los proyectos proliferan porque los diputados “creen que esto es una fábrica de hacer leyes” y dejan de lado el pulido de leyes vigentes.