Luego de un mes de estudio y debate, el Proyecto de Ley de Presupuesto Ordinario de la República para el 2015, por ¢7,9 billones, salió prácticamente ileso de los primeros intentos de recorte de los diputados.
Los congresistas de la Subcomisión de Asuntos Hacendarios solo aprobaron mociones que, en total, reducen un 0,1% del Presupuesto. Eso corresponde a ¢9.112 millones.
El monto es la suma de ¢6.753 millones de la contribución a los partidos políticos en el presupuesto del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), ¢1.613 millones de la Dirección de Migración, ¢500 millones del Ministerio de Salud y ¢120 millones del Ministerio de Cultura.
También se rebajaron ¢63 millones al Ministerio de Agricultura y Ganadería, ¢60 millones al centro de cuido que opera en el TSE y otros ¢3 millones más de Cultura.
La cifra es muy distinta a la disminución pretendida por el diputado del Partido Acción Ciudadana (PAC), Ottón Solís, quien preside la Comisión de Hacendarios.
El legislador intentó quitarle al plan de gastos del Gobierno ¢307.000 millones en rubros como viajes en el país y al exterior, viáticos, horas extra y anualidades.
Tampoco se ve en el horizonte una moción del Poder Ejecutivo para recortar el monto que anunció por ¢221.000 millones, entre ¢61.000 millones de gastos directos, ¢60.000 millones en flujo de la Caja Única (obligar a ministerios a usar sus dineros ociosos) y ¢100.000 millones por atraso en pago de la deuda.
Cinco propuestas. El fracaso de las rebajas más fuertes en el trámite ante la subcomisión ha provocado que cada uno de los cinco miembros de ese foro proponga su propio informe, cada uno con un plan diferente de cortes presupuestarios.
En el caso de Ottón Solís, dijo que insistirá en su iniciativa para quitar ¢307.000 millones y así reducir un 3,8% del Presupuesto.
Rosibel Ramos, del Partido Unidad Social Cristiana, presentará mociones que, en suma, eliminarían ¢317.000 millones en el plan 2015.
Su propuesta implica rebajar gastos corrientes en ¢117.932 millones, incluyendo la contribución política y transferencias innecesarias a instituciones, además de suprimir dinero del financiamiento a las universidades, por ¢14.000 millones (3,5% del total destinado al Fondo Especial para la Educación Superior, FEES).
A eso, la Unidad añade el planteamiento del Ejecutivo para atrasar el pago de ¢100.000 millones de deuda y el uso de ¢100.000 millones de los superávits.
Por su parte, José Ramírez, del Frente Amplio, anunció que su fracción solamente ve factible recortar ¢40.000 millones de gastos “superfluos”, entre viajes, viáticos, dinero para papelería y las consultorías, pero sin tocar recursos para el Ministerio de Educación Pública (MEP) ni para las universidades.
Abelino Esquivel, de Renovación Costarricense, también hará su propio informe: recomendará acoger las mociones aprobadas en la subcomisión y revisar otra de Liberación Nacional que propone congelar ¢4.000 millones al FEES.
En el caso del liberacionista Rolando González, explicó que espera la que sería la última reunión de la Subcomisión de Hacendarios, programada para hoy por la mañana, para decidir el rumbo que tomará su partido sobre el plan de gastos del Gobierno para el 2015.