San José
El presidente de la Asamblea Legislativa de Costa Rica, Luis Fernando Mendoza, afirmó hoy en Nicaragua que el diálogo entre ambos países debe ser permanente y agregó que su presencia en esa nación “es una buena señal” para alcanzar esa cercanía.
Las declaraciones de Mendoza trascienden en momentos en que las relaciones diplomáticas entre Managua y San José son tensas.
En ese estado se encuentran desde octubre del 2010, cuando Costa Rica denunció que Nicaragua invadió Isla Calero durante el proceso de dragado del río San Juan.
En el 2011 Costa Rica denunció el caso ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, Holanda, órgano de Naciones Unidas que ha dictado medidas cautelares en contra de Nicaragua.
Desde entonces, Laura Chinchilla ha declinado asistir a ese país en visitas de Estado, y tampoco ha aceptado reunirse con Ortega para discutir el tema.
Diferente es el caso de Mendoza, quien esta semana viajó a Managua para participar de una reunión del Foro de Presidentes Legislativos de Centroamérica y el Caribe (Foprel).
“El diálogo debe ser permanente (…). Que esté el presidente del parlamento costarricense en Nicaragua es una buena señal, somos todos hermanos, no podemos pelearnos”, dijo Mendoza a periodistas durante la reunión parlamentaria, según se consignó en un cable de la agencia de noticias ACAN-EFE.
Las intenciones del presidente legislativo, sin embargo, no fueron bien recibidas por el ministro de Relaciones Exteriores, Enrique Castillo.
El canciller descalificó lo dicho por Mendoza y aseguró que sus declaraciones no reflejan la posición del Poder Ejecutivo, aunque se trate de un presidente legislativo ligado al partido oficialista, Liberación Nacional.
“El pueblo nicaragüense es nuestro hermano, pero las condiciones para un diálogo con el gobierno de ese país no se han dado todavía. Necesitamos compromisos de Nicaragua”, afirmó.
Castillo calificó como “falta de disciplina estatal” que el presidente del Poder Legislativo establezca relaciones con Nicaragua “brincándose” a la Cancillería.
“La Cancillería es la que tiene la representación externa del país, independientemente de que haya lazos entre instituciones o poderes del Estado de Costa Rica y Nicaragua”, afirmó Castillo.
Menos severo fue el ministro de Comunicación, Carlos Roverssi. El vocero de Casa Presidencial dijo que las declaraciones de Luis Fernando Mendoza no van en contra de la política exterior costarricense sobre Nicaragua.
“(Las declaraciones) no afectan nuestra posición. Costa Rica siempre ha estado dispuesta al diálogo, lo que ha ocurrido es que hemos esperado que Nicaragua respete las medidas ordenadas por la CIJ, pero la apertura a dialogar siempre ha estado ahí”, sostuvo el jerarca.
Roverssi incluso afirmó que Nicaragua ha dado señales de respeto a las disposiciones de la CIJ, lo cual podría propiciar un eventual diálogo como el planteado por el presidente del Directorio Legislativo.
“He de reconocer que en los últimos meses notamos que Nicaragua ha respetado en todos sus extremos las últimas medidas cautelares dictadas por la CIJ. No han vuelto a actuar arbitrariamente”, afirmó Roverssi.
La posición que mostró Mendoza en Managua contrasta con su participación en la “Marcha por la Patria” que organizó la Alcaldía de Nicoya, el 22 de agosto del 2013.
La manifestación tenía como fin protestar en contra del presidente Daniel Ortega quien, una semana antes, había afirmado que pretendía reclamar la provincia de Guanacaste para su país, en represalia por la denuncia que Costa Rica planteó en contra de su Gobierno tras la invasión a Isla Calero.
Esa marcha fue encabezada por la presidenta Chinchilla y por varios diputados, además de Mendoza, quien es originario de Guanacaste.