El presidente de Bicsa, Francisco Molina, explica las razones por las cuáles se despidió al subgerente general, David Fuentes, y por qué el Banco declaró desierta una contratación para la adquisición de un sistema informático de $4,5 millones.
¿Por qué se destituyó al subgerente general?
Por pérdida de confianza definimos despedirlo, pese a que no hay una prohibición expresa para ese acto y además, el proceso licitatorio lo declaramos desierto.
¿Cómo se dieron cuenta del parentesco?
A través del director de TI del BCR, él nos informa de que se da cuenta de manera extraoficial. A él lo alertan y él inmediatamente llama al gerente del BCR, a don Mario (Rivera), y él inmediatamente se comunica con nosotros.
¿Por qué no se detectó antes esa relación, por qué al límite?
Normalmente los proveedores tienen que firmar un formulario donde hay una lista de prohibiciones, socios con miembros de junta, etc. Entonces, los proveedores firman un documento en ese sentido y en esas prohibiciones él no está en los rangos que ahí se de prohíbe, pero para nosotros es una compra muy importante y somos estrictos y no podemos dejar ni una sola duda.
¿Usted o alguien en Bicsa conocía del parentesco?
Jamás, nadie, absolutamente nadie que yo sepa a hoy tenía conocimiento, fue una sorpresa para nosotros. Cuando a él se le hace la consulta él dice que sí que su hermano trabaja ahí y que él no pensó que fuera un hecho relevante.
¿Ahora qué pasará?
Estamos pidiendo un análisis técnico para ver qué opciones diferentes tenemos.
¿Hubo un fallo interno?
Es imposible. Uno no puede saber a dónde trabajan todos los hermanos de las personas que trabajan en esta empresa, mucho más cuando no es una persona que le da servicio a nosotros.