San José
Rodolfo Piza y Rafael Ortiz iniciaron una larga agenda de debates sin atacarse mutuamente y exponiendo ideas muy similares en materias como infraestructura, seguridad ciudadana y creación de empleo.
El primero dejó patente una posición pro apertura económica, mientras que el segundo se esforzó por identificarse como el precandidato de las bases del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
Donde sí hubo diferencias entre ellos fue en cómo tratarían el problema del déficit fiscal en caso de llegar a la Presidencia de la República.
En este último punto, ambos precandidatos rojiazules tomaron rutas distintas durante el debate que organizó el Grupo Extra este jueves, a partir de las 7 p. m., en el auditorio del Colegio de Abogados, en Zapote.
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Según Piza, él se inclinaría por un agresivo recorte al gasto público antes de pensar en elevar la carga tributaria para cerrar el hoyo en el erario que, hasta diciembre del año pasado, era de un tamaño equivalente a un 5,2% del producto interno bruto (PIB).
El expresidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) y exsecretario general del PUSC, manifestó que pretende ganar la convención abierta del PUSC, por realizarse el próximo 4 de junio, con una propuesta basada en la eliminación de disparadores del gasto que desangran el presupuesto del Gobierno Central. Su posición es similar a la que ha defendido la bancada socialcristiana en la Asamblea Legislativa durante el actual periodo constitucional 2014-2018.
Por su parte, Ortiz, quien es miembro de esa fracción, dijo que antes de considerar cualquier medida de aumento de impuestos optaría primero por impulsar reformas para controlar el gasto público, en la misma línea que ha actuado el grupo de diputados del PUSC durante el actual periodo.
Pero dejó entrever que, en caso de tener que escoger una solución que pase por el aumento de la carga tributaria, desestimaría la reforma que pretende transformar el impuesto sobre las ventas en el impuesto al valor agregado (IVA), que busca gravar más bienes y servicios que en la actualidad e iría por una reforma al impuesto sobre la renta, con el propósito de cobrarle el impuesto con mayor agresividad a los capitales de personas físicas y jurídicas más ricas.
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En materia de control de la evasión fiscal, Piza dijo que el país está en capacidad, con la legislación actual, de recaudar un 0,5% del PIB, adicional al año, confrontando la evasión. Ortiz, en tanto, dijo que aunque pediría a las empresas tributar más, no comulga con quienes "satanizan" las ganancias del sector privado.
En cuanto a la seguridad ciudadana, tanto Piza como Ortiz coincidieron en atacar al gobierno del presidente Luis Guillermo Solís, al que acusaron de dejar abandonado el combate al crimen organizado. Los dos dijeron que, en caso de llegar a la Presidencia de la República, no escatimarían al aplicar la ley con mano dura contra el hampa, aunque ninguno dijo si aumentaría el presupuesto de los cuerpos de policía.
Sobre el desempleo, los dos aspirantes a la candidatura rojiazul concordaron en que el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) sería clave en la preparación de la mano de obra nacional para abrirle más espacios en las empresas transnacionales de manufactura y servicios.
Y, al hablar de infraestructura vial, mientras Piza insistió en su idea de eliminar 100 cuellos de botella en la Gran Área Metropolina y construir una primera línea de un metro urbano, Ortiz afirmó que se debe acelerar el ritmo de la inversión en carreteras de los créditos que el país tiene ociosos.
Sin golpes bajos
Aunque no hubo roces importantes entre los precandidatos, Rafael Ortiz pretendió acorralar a Piza en dos tramos del debate.
El primer intento lo hizo el diputado al consultarle a Piza por qué los delegados a la Asamblea Nacional del PUSC que lo respaldan no se hicieron presentes en la última asamblea del partido, en la que se iba a conocer el mecanismo para implementar la paridad horizontal de género en las papeletas para diputados. Piza dijo que su tendencia no está entorpeciendo la definición de las reglas, como lo quiso hacer ver Ortiz. Sin embargo, este último insinuó que la posición de la tendencia contraria podría arriesgar hasta la inscripción de candidaturas a diputaciones.
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El segundo round en el que Ortiz intentó dejar contra las cuerdas a Piza, fue a poner sobre el tapete que el expresidente de la Caja pretende la apertura del mercado eléctrico.
Piza se defendió alegando que esa condición no implicaría la quiebra del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), entidad autónoma que durante un eventual gobierno suyo, se dedicaría a grandes obras, como la construcción del metro urbano.
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Sin embargo, Ortiz llamó a los empleados del ICE a mirar con cuidado la propuesta de Piza de abrir a la competencia el servicio de electricidad pues, según él, dejaría en peligro de quiebra a la institución de La Sabana.
En otros temas no menos polémicos, como el aborto y las uniones entre parejas del mismo sexo, los precandidatos se reconciliaron al optar ambos por una posición más conservadora.
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Por ejemplo, los dos se oponen al matrimonio igualitario, pero aspiran a que las parejas gais tengan el reconocimiento de más derechos patrimoniales. En cuanto al aborto, Piza y Ortiz se manifestaron a favor de la defensa del derecho a la vida desde la concepción.